En menos de un mes vencerá la resolución del Consejo de Seguridad que permite que las Naciones Unidas y sus socios implementadores brinden asistencia humanitaria vital en el noroeste de Siria desde la frontera con Türkiye.

El Consejo de Seguridad, integrado por quince miembros, determinará si la resolución será renovada o no.

Esta decisión es crítica para la vida y el bienestar de 4,1 millones de personas que se encuentran atrapadas al noroeste de Siria, cerca de Türkiye, una zona que no controla el Gobierno. Muchas personas –sobre todo las desplazadas– dependen de la asistencia humanitaria para sobrevivir. Casi el ochenta por ciento de las personas que necesitan asistencia son mujeres, niñas y niños. Más de 3,2 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria y requieren, por tanto, asistencia en ese rubro.

Nuestra prioridad y nuestro objetivo es que las familias necesitadas reciban asistencia humanitaria de forma segura, directa y eficaz, sin que intervengan agendas ni cálculos políticos. Tan solo el año pasado, la asistencia crítica que brindan la ONU y sus socios cruzó la frontera hacia el noroeste de Siria para ayudar y proteger a 2,4 millones de personas cada mes.

En el último año, pudimos enviar convoyes desde áreas en Siria controladas por el Gobierno hasta la primera línea al noroeste del país. Los convoyes transportaban alimentos y suministros educativos, nutricionales y de salud para más de 40.000 personas. Son avances importantes, y seguimos realizando este tipo de entregas; sin embargo, aún es necesario hacer mucho más.

Además de la asistencia que se brinda por medio de convoyes, las personas afectadas necesitan tener acceso a servicios básicos.

Instamos a los miembros del Consejo de Seguridad a renovar la resolución 2585, la cual autoriza que se siga brindando ayuda transfronteriza durante doce meses más. Asimismo, es necesario garantizar que sea regular el acceso al noroeste de Siria desde zonas controladas por el Gobierno. Debemos aumentar el número de canales para brindar asistencia humanitaria, así como maximizar el acceso humanitario.

De no renovarse la resolución, las consecuencias humanitarias serán devastadoras. De manera inmediata se interrumpiría la operación de asistencia vital de la ONU, lo cual hundiría en más miseria a las personas en el noroeste de Siria y amenazaría su acceso a alimentos, atención médica, agua limpia, albergue y protección de la violencia de género que ofrecen las operaciones que cuentan con el respaldo de la ONU.

Con el paso de los años, ha ido disminuyendo la financiación para esta operación vital. En medio de diversas crisis graves a nivel mundial, solicitamos fondos previsibles para apoyar la asistencia que debe brindarse al noroeste de Siria.

La vida de millones de personas depende de ello.

Confiamos en que los miembros del Consejo de Seguridad nos permitirán continuar con nuestra labor. Del mismo modo, la población siria espera que tomen la decisión correcta.

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