El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, Juan Cabandié, pidió a los países industrializados cumplir con los compromisos financieros asumidos para permitir a las naciones en desarrollo tener una transición ambiental “justa”.
El funcionario argentino participó este día de una reunión ambiental de Naciones Unidas que comenzó en Estocolmo, Suecia, denominada “Estocolmo+50: Un planeta sano para la prosperidad de todos. Nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”.
La reunión se lleva a cabo 50 años después de que Suecia organizara la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano en 1972, dijo el Ministerio de Ambiente a través de un comunicado.
Cabandié sostuvo en su intervención que “los problemas ambientales visualizados hace 50 años han crecido en forma inusitada”, y afirmó que por este motivo “necesitamos cambiar nuestros sistemas de producción y consumo, así como nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza. La sostenibilidad debe imponerse en forma urgente, porque no hay planeta B”.
El funcionario argentino consideró que “lo más justo es aplicar el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y materializarlo a través de mecanismos de financiamiento e implementación con metas de inversión claras y concretas”.
“Los países en desarrollo como Argentina tenemos el doble compromiso de transformar nuestros sistemas productivos y resolver situaciones de pobreza y exclusión estructurales. Por eso, propusimos crear mecanismos de pagos por servicios ecosistémicos, canje de deuda por acción climática e instalar el concepto de deuda ambiental”, mencionó el funcionario.
“No queremos ser el patio trasero del mundo ni ciudadanos de segunda categoría. Queremos sostenibilidad sobre la base de la comprensión de que no es América Latina y el Caribe la que contamina y destruye el planeta. Tenemos que defender a los pueblos de nuestra región”, apuntó Cabandié.
El ministro argentino remarcó la importancia de “contar con nuevos recursos que nos permitan avanzar en la agenda ambiental y climática para lograr una transición justa”, y explicó que “los deberían proveer los países desarrollados, grandes ganadores de este modelo, como financiadores de la reconversión productiva mundial”.
“No hay transición justa sin el cumplimiento de los compromisos de financiación”, resumió Cabandié.
El evento de dos días, convocado por la ONU y organizado por Suecia con apoyo del Gobierno de Kenia, también servirá de plataforma para la implementación de la Década de Acción de la ONU para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible