El primer ministro belga, Alexander De Croo, reconoció la “responsabilidad moral” de las autoridades de su país por el asesinato en 1961 del político y líder independentista congoleño Patrice Lumumba.
“Me gustaría, en presencia de su familia, presentar a mi vez las disculpas del Gobierno belga”, dijo.
Lumumba fue el primero en ocupar el cargo de primer ministro de la República Democrática del Congo (RD Congo) de junio a septiembre de 1960. Fue asesinado por separatistas y mercenarios belgas al año siguiente. Su cuerpo fue disuelto en ácido y nunca fue encontrado.
“Es una verdad dolorosa y desagradable”, dijo De Croo durante una ceremonia organizada en el Palacio Egmont de Bruselas con motivo de la restitución de los restos de Lumumba.
El fiscal federal de Bélgica, Frederic Van Leeuw, entregó a la familia de Lumumba el lunes una caja que contenía el diente del líder asesinado, lo que constituye sus últimos restos.
La ceremonia tuvo lugar sólo unos días después de una visita histórica a la República Democrática del Congo por parte del rey Felipe de Bélgica, que fue anunciada como una oportunidad para construir nuevos lazos después de las atrocidades cometidas durante el régimen colonial.
El Congo Belga siguió siendo una colonia hasta que la República Democrática del Congo obtuvo su independencia en 1960.