La pandemia del nuevo coronavirus y la desvalorización del real brasileño frente al dólar multiplicaron el número de empresas brasileñas dedicadas a la exportación, que este año batió el mayor nivel desde 1997.
En un momento de grave crisis económica, miles de empresas brasileñas, principalmente pequeñas y medianas, encontraron en las ventas al exterior una nueva fuente de ingresos que les permitió en muchos casos evitar la quiebra y abrir nuevos horizontes para el futuro.
Según un inédito estudio de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), las empresas de confección, higiene, limpieza y del sector alimentario son las que lideran las exportaciones brasileñas.
Entre enero y septiembre de este año, al menos 25.813 empresas brasileñas exportaron sus productos, cifra muy parecida a las 28.072 de todo el 2019, cuando no había pandemia, y que supera las 25.521 de todo 2018 y la media cercana a las 25.000 registrada desde 2015, según la CNI.
“La pandemia provocó que muchas empresas tuvieran que reinventarse, hacer nuevos planes, invertir en nuevos procesos y principalmente en el comercio online, lo que ha atraído clientes de fuera, ya sean el consumidor final o distribuidores de otros países que piden productos brasileños para ser vendidos”, explicó a Xinhua la gerente de Servicios e Internacionalización de la CNI, Sara Saldanha.
Al contrario de lo que se podría imaginar, las grandes empresas no son las que lideran las exportaciones brasileñas: el 77,3 por ciento de los embarques fueron a cargo de micro y pequeñas empresas, por un 22,7 por ciento de grandes compañías.
Un dato que muestra el crecimiento de las exportaciones este año es el saldo de la balanza comercial brasileña. Entre enero y septiembre, Brasil exportó por valor de 156.500 millones de dólares, mientras que las importaciones totalizaron 114.300 millones de dólares, con hubo un saldo comercial positivo de 42.200 millones de dólares.
Según Saldanha, “lo que observamos es que las empresas pequeñas tienen naturalmente una mayor dificultad para acceder al mercado externo, tienen menos información, menos acceso o disponibilidad para acceder a créditos, desconocen el proceso operacional…”.
“Durante la pandemia, segmentos como los de confecciones, higiene, limpieza o alimentos, muchas empresas de pequeño porte, descubrieron la posibilidad de abrirse a nuevos mercados, salir de Brasil e insertarse en el mercado internacional”, destacó.
“El número de empresas exportadoras que tenemos nos hace reflexionar sobre la capacidad que las pequeñas y medianas empresas tienen para participar en el comercio exterior brasileño”, agregó la gerente de la CNI.
Uno de los ejemplos de las empresas que aumentó las exportaciones es Tre Joalheria Artesanal, un negocio familiar de Río de Janeiro dedicado a joyas y artesanía.
Según su propietaria, Janine Ribeiro, “durante la pandemia nos llevamos muchas sorpresas. Exportamos desde hace 15 años, pero comparado con el año pasado tuvimos un crecimiento de las exportaciones del 30 por ciento, fue una sorpresa muy grande. Exportamos al mayorista, pero durante la pandemia, muchos consumidores finales nos empezaron a buscar, y esto fue de una ayuda increíble, porque conseguimos superar las expectativas en un momento tan complicado”.
Ribeiro aseguró que “exportamos a 17 países, principalmente a Europa. Gracias al comercio online, llegamos al comprador final. Notamos que lo teníamos que hacer más intensa y calurosamente, dimos atención con horarios extendidos, las personas llegaron a través de las redes sociales y el e-commerce, raramente recibimos pedidos por teléfono del extranjero, todo es online”, comentó