Investigadores brasileños descubrieron que el uso de la dexametasona, un potente glucocorticoide sintético con acciones que se asemejan a las de las hormonas esteroides y que actúa como antiinflamatorio e inmunosupresor, aumenta el número de días que los pacientes con cuadro grave de la COVID-10 no necesitan usar el respirador artificial.
El estudio es fruto de la Coalición Covid-19 Brasil, que lideran los hospitales Albert Einstein, HCor, Sírio-Libanês, Moinhos de Vento, Oswaldo Cruz e Beneficência Portuguesa, la Brazilian Clinical Research Institute (BCRI) y la Red Brasileña de Pesquisa en Terapia Intensiva (BRICNet).
El estudio concluyó que los pacientes graves por la COVID-19 que tomaron dexametasona pasaron más días sin usar el respirador artificial (una media de 6,6 días) de lo que no lo tomaban (media de 4 días).
“Son pasos que estamos dando. La enfermedad es grave y hay pacientes que pasan muchos días entubados. Con la dexametasona, hay una ganancia adicional, un beneficio”, afirmó el médico Alexandre Biasi, del HCor.
El estudio sobre el medicamento se realizó con 299 pacientes con síndrome respiratoria aguda grave sometidos a ventilación artificial en 41 unidades de terapia intensiva brasileñas.
Los pacientes tenían una media de 61 años, el 60 por ciento eran hombres y fueron admitidos entre el entre el 17 de abril y el 23 de junio, con seguimiento clínico finalizado el 21 de julio.
Los enfermos fueron divididos en dos grupos, uno de 151 pacientes que tomaron dexametasona y otro de 148 con el soporte clínico padrón.
La dexametasona fue usada por vía endovenosa en una dosis de 20 mg durante cinco días, y con una dosis de 10 mg durante otros cinco días.
El estudio no evidenció un riesgo mayor con el tratamiento en relación a nuevas infecciones, alteraciones de glucosa y otros eventos adversos serios. La mortalidad en 28 días fue del 58 por ciento entre todos los pacientes.