El Gobierno brasileño afirmó que no sabe cómo la suspensión de las pruebas de la vacuna contra la COVID-19 de la Universidad de Oxford, que se realizan en el país, impactarán en el cronograma previsto para el análisis y la aplicación del tratamiento.
En una rueda de prensa virtual, el secretario ejecutivo del Ministerio de Salud, Elcio Franco, dijo que “todavía no sabemos cual será el impacto en el cronograma por la interrupción de las pruebas” y dijo que la preocupación del Gobierno es “con la seguridad de la población”.
Brasil es uno de los países en los que la Universidad de Oxford y la farmacéutica británica AstraZeneca estaban probando su vacuna contra la COVID-19. El Gobierno brasileño ya se había comprometido a comprar 30 millones de dosis, independientemente del resultado de las pruebas.
El acuerdo incluye también la transferencia de tecnología para que la vacuna sea fabricada en la estatal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), que tiene previsto fabricar 70 millones de dosis inicialmente.
Este martes, AstraZeneca informó al Ministerio de Salud brasileño que suspendía las pruebas de la vacuna, después que un participante tuviera una reacción adversa.
Franco recordó que “el acuerdo ya fue firmado electrónicamente por AstraZeneca. Es pronto para hacer cualquier afirmación sobre fallos. No podemos perder de vista la seguridad de la población. La adquisición de esta tecnología también permitirá el dominio de ésta, obviamente pagando las regalías”.