La minería ilegal en tierras indígenas de la Amazonía brasileña aumentó 1.217 por ciento en los últimos 35 años, según un estudio del oficial Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) divulgado .
Entre 1985 y 2020, período estudiado, el área abarcada por la actividad de la minería ilegal pasó de 7,45 kilómetros cuadrados a 102,16 kilómetros cuadrados.
El estudio del INPE, en colaboración con la Universidad de Alabama, Estados Unidos, fue divulgado por la estatal Fundación de Amparo a la Investigación del estado de Sao Paulo (Fapesp), que financió a los científicos.
Casi toda la actividad minera ilegal en la selva amazónica de Brasil, el 95 por ciento, se concentró en tierras federales indígenas de los pueblos Kayapó, Munduruku y Yanomami.
La revista especializada Remote Sensing publicó el artículo, que fue replicado por la estatal Agencia Brasil.
Los investigadores estudiaron los datos de las imágenes satelitales de un proyecto llamado MapBiomas, con resolución espacial de 30 metros.
Según el estudio, existen limitaciones para detectar balsas y lugares protegidos por la selva donde se realiza la minería ilegal, por lo cual los resultados están subestimados.
El estudio se conoce luego de que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva declarara la emergencia sanitaria en la tierra indígena Yanomami, estado de Roraima (norte) por casos de desnutrición y malaria producto de la invasión de la actividad minera ilegal.
Según el estudio, los “garimpeiros”, como se conoce a los grupos que buscan minerales en forma ilegal, buscan oro en un 99,5 por ciento y en un 0,5 por ciento el estaño en los rios amazónicos.
“La minería ilegal en la selva amazónica está muy vinculada a la deforestación, porque es necesario primero talar la selva para después explorar el suelo”, dijo el investigador del INPE Guilherme Mataveli, según el comunicado de Fapesp.
