Brasil registró una inflación del 0,64 por ciento en septiembre pasado, 0,40 puntos porcentuales más que en agosto previo y el resultado más alto para el noveno mes del año desde 2003, informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De acuerdo con el reporte, el aumento de los precios en septiembre contrastó con el mismo mes del año pasado, cuando se tuvo una deflación del 0,04 por ciento.
En el acumulado del año, la inflación registró 1,34 por ciento, mientras que en los últimos 12 meses hasta septiembre anterior, el aumento fue del 3,14 por ciento, con lo que superó el 2,44 por ciento de los 12 meses previos.
El gobierno brasileño ha fijado como meta para el presente año una inflación del 4 por ciento, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos, lo que posibilita que el valor se pueda situar entre el 2,5 y el 5,5 por ciento.
Siete de los nueve grupos analizados tuvieron en septiembre pasado un aumento en los precios, encabezados por alimentos y bebidas (2,28 por ciento), artículos del hogar (1 por ciento) y transportes (0,7 por ciento).
En contra parte, se registraron bajas en los precios de salud y cuidados personales, con un descenso del 0,64 por ciento, así como en educación con una disminución del 0,09 por ciento.
El IBGE atribuyó el resultado de la inflación de septiembre al consumo interno y a la cotización del dólar frente al real (moneda brasileña).
“Por el lado de la demanda, hay un impacto del auxilio de emergencia, que ha garantizado el mantenimiento del consumo, sobre todo de las familias más pobres. Por el lado de la oferta, también hay el impacto del cambio, con un aumento significativo de las exportaciones de productos como arroz y soya”, indicó el informe.
El mercado financiero proyecta que este año la inflación será del 2,12 por ciento en Brasil, inferior a la meta del gobierno.
En 2019, el aumento de los precios en el país sudamericano fue del 4,31 por ciento, ligeramente superior a la meta del 4,25 por ciento fijada por el gobierno y la mayor tasa desde 2016.