El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó un decreto supremo que convoca de manera formal a la elección de los miembros de la Convención Constituyente para el 11 de abril de 2021, cuyos integrantes serán los encargados de redactar la nueva Constitución del país.
“Queremos ratificar el compromiso total y absoluto de nuestro gobierno con este proceso Constituyente y con la Constitución a que él dará origen”, señaló Piñera en una ceremonia llevada a cabo en el Palacio La Moneda (sede presidencial), en Santiago.
Chile llevó a cabo un plebiscito constitucional el 25 de octubre pasado, en el que los electores votaron por modificar la Constitución y la manera de hacerlo.
“Tengo plena confianza en que los futuros constituyentes, elegidos democráticamente por todos los chilenos, van a estar a la altura de sus (…) responsabilidades”, dijo Piñera.
“Van a poner el interés supremo de Chile y los chilenos por delante, y van a llegar a acuerdos para alcanzar una buena Constitución, que guíe e ilumine los caminos que juntos vamos a recorrer hacia el futuro”, añadió.
El mandatario chileno sostuvo que es tiempo de dejar atrás las confrontaciones y buscar los acuerdos necesarios “para lograr que esta nueva Constitución, que vamos a decidir entre todos los chilenos, nos dé ese gran marco de unidad, de estabilidad, de proyección, que los países necesitan para enfrentar los grandes desafíos y oportunidades del presente y del futuro”.
El plebiscito registró la mayor participación ciudadana en términos de votos en la historia del país, en el cual se impuso de forma mayoritaria la opción “apruebo” redactar una nueva Constitución.
El Servicio Electoral (Servel) de Chile reportó poco más de 7,5 millones de votos emitidos de un padrón electoral cercano a los 15 millones, en el marco de la pandemia del nuevo coronavirus.
Los chilenos también votaron (78,99 por ciento) en favor de una Convención Constituyente, cuyos integrantes deben ser ciudadanos elegidos para esa labor.
En octubre de 2019, en Chile comenzó una crisis social en rechazo a la desigualdad, el encarecimiento de la vida y el modelo instalado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando se impuso la Constitución de 1980.
El descontento social confluyó en el inicio del proceso para modificar la Carta Magna, con la realización de un plebiscito constitucional para tal fin.