El presidente chileno, Gabriel Boric, supervisó la destrucción de 17.590 armas de fuego, en el marco del compromiso del gobierno de disminuir el poder de fuego de las organizaciones criminales apostadas en el país sudamericano.
“La delincuencia es una amenaza en todo el continente, Chile no es la excepción”, expresó el mandatario durante su discurso.
Desde la siderúrgica Aceros AZA, en el norte de la capital chilena, Boric dijo que el Ejecutivo está empeñado en reducir las posibilidades de acción de las bandas dedicadas al narcotráfico, cibercrimen, trata de personas, migrantes o municiones, entre otros.
“Un arma de fuego en las manos equivocadas, ya sea por intención o por accidente, trae violencia, trae inseguridad, trae daños que son irreparables para toda la sociedad”, señaló el presidente.
Boric explicó que las armas a destruir fueron incautadas en procedimientos policiales o entregadas voluntariamente durante este 2022, y superan en un 28 por ciento al total de artefactos requisados el año pasado.
Destacó el trabajo conjunto de las policías y reconoció la intención de quienes “de manera voluntaria y responsable entregaron su arma a las autoridades respectivas”.
Boric señaló que en nueve meses de mandato “hemos desplegado toda la capacidad del Estado para disminuir el poder de fuego de bandas criminales y mejorar la seguridad de nuestro país, que sabemos es una prioridad para la ciudadanía”.
“Estamos enfocados en la persecución del delito, en la destrucción de armas, en la sanción cuando corresponde y también en la reinserción y en la prevención”, agregó.
El Ejecutivo presentó recientemente cuatro proyectos de ley para aumentar las condenas en casos de secuestro, porte de armas, extorsión y sicariato, dado el aumento de los delitos violentos y la inseguridad en el país.
También se busca aumentar las atribuciones y recursos dirigidos a las policías y gendarmería.