Expertos chilenos pronosticaron heladas de hasta -7 grados Celsius en el país durante el invierno austral, lo que afectaría a cultivos de hortalizas, frutícolas y vitivinícolas de exportación.
“Es esperable que durante estos meses lleguen a la zona centro-sur nuevas masas de aire polar, considerando que julio es el mes más frío para la zona central de Chile, por lo que las temperaturas podrían bajar por periodos de más de 12 horas continuas”, dijo el docente del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la Universidad de Talca, Patricio González.
El especialista instó a tomar las precauciones necesarias durante los meses de junio, julio y agosto, tanto para las hortalizas como en los invernaderos, que por lo general no soportan temperaturas inferiores a -3 grados Celsius.
Dijo que a esta problemática se suma el fenómeno “heladas tardías”, lo cual podría extender hasta septiembre la disminución inusual de las temperaturas.
En ese contexto, el académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, Roberto Jara, aconsejó a los productores de sectores frutícolas y vitivinícolas “estar preparados”, dado que durante agosto y septiembre los primeros viñedos florecen, al igual que los árboles frutales.
“Las heladas, aunque sean de 0 grados Celsius, podrían dañar las puntas verdes y eventualmente generar un perjuicio a la proyección exportable de la próxima temporada”, alertó Jara.
Chile enfrenta un período de sequía sin precedentes, lo cual recrudece las heladas, de acuerdo con los especialistas, quienes aseguran que en años normales las lluvias ocupan los espacios aéreos.
“Pero en años de sequía, esos espacios los llenan las masas de aire polar que se originan en la Antártica”, señalaron los académicos.
Este fenómeno viene aparejado de un alza de precios para los consumidores de hortalizas de invierno, afectando principalmente a pequeños productores campesinos con menos tecnología para proteger sus cultivos.
Otro factor que preocupa al sector agrícola es el incremento en el precio internacional de los combustibles, que impacta el precio final de los alimentos en Chile.