El Gobierno chileno señaló que el año 2022 fue “complejo” para el país debido a la desigualdad estructural profundizada por la pandemia de COVID-19 y la crisis económica global, que ha desatado la inflación y mermado el crecimiento de la economía.
“Ha sido un año muy difícil, extremadamente complejo, sobre todo porque nos toca gobernar enfrentando una desigualdad estructural que se arrastra y teniendo que hacernos cargo de esos problemas de fondo, pero al mismo tiempo acrecentada producto de los efectos de la pandemia y la inflación”, señaló la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, en una entrevista con el canal nacional TVN.
En la entrevista, replicada el portal electrónico Emol, la portavoz del Ejecutivo realizó un balance del primer año de mandato bajo la presidencia de Gabriel Boric.
Aseguró que las autoridades han atendido las prioridades de la ciudadanía, como el alto costo de la vida y las preocupaciones en torno a la seguridad dado el aumento de los delitos violentos en el país.
“De hecho, casi todas nuestras medidas y políticas están basadas en eso”, sostuvo la ministra al respecto.
En esa línea, Vallejo opinó que el Gobierno, que cumple en diciembre nueve meses en la administración, ha logrado “reencauzar y encaminar el país con decisión, responsabilidad y soluciones concretas”.
Entre las políticas impulsadas este año, mencionó el nuevo proyecto que busca frenar el crimen organizado e intervenir en barrios críticos, así como las medidas ambientales que pretenden hacer frente al cambio climático, como la firma en marzo pasado del Acuerdo de Escazú.
Vallejo indicó además que esperan la llegada del 2023 con un “optimismo moderado”, porque “hemos logrado avanzar” pese a las adversidades, tales como el incremento de la violencia, el impacto de la migración irregular y la crisis ucraniana.