La materia prima de la sustentabilidad y las nuevas tecnologías está en medio del Salar de Atacama, en el desierto chileno del mismo nombre, donde se obtienen las soluciones de cloruro de litio que, tras ser procesados, son enviados a diferentes mercados para ser utilizados como batería de litio y darle vida a autobuses eléctricos y computadores en todo el mundo.
En la región de Antofagasta, a más de 1.500 kilómetros al norte de la capital chilena, están las salmueras que se encuentran en el núcleo del Salar de Atacama, que contiene las más altas concentraciones de litio. A partir de este recurso natural, se produce el carbonato de litio.
La Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) tiene los permisos para explotar y administrar los recursos chilenos y, en el Salar de Atacama, el tercero más grande del mundo y a más de 2.300 metros de altura, arranca la cadena productiva.
El gerente de Sostenibilidad y Relacionamiento Comunitario, Javier Silva, explicó a Xinhua que, a diferencia de la minería tradicional chilena, en estas faenas no hay una mina a rajo abierto, sino que la mina es la misma salmuera, fluido que se extrae a través de bombas.
Se bombea desde lo más de 370 pozos productivos de 30 metros de profundidad, los cuales se asemejan a un pantano en medio del paisaje inhóspito, pero son sus colores que varían según el avance de la evaporación.
Tras casi un año de evolución, se logra una solución rica en cloruro de litio que va hacia una planta productora de carbonato e hidróxido de litio, detalló Silva.
La planta Salar del Carmen está afincada a unos 350 kilómetros del Salar de Atacama, cerca de la comuna de Antofagasta, la principal ciudad de la región del mismo nombre, donde se procesa químicamente lo obtenido en las pozas del salar y se obtiene carbonato de litio de alta concentración.
Según información difundida por SQM en agosto pasado, se proyecta llegar a 210.000 toneladas métricas de capacidad de carbonato de litio para la producción de más de 5 millones de vehículos eléctricos.
El superintendente de operaciones en la planta Salar del Carmen, Pablo Palavecino, destacó a Xinhua que han ido actualizando sus procesos para hacer más eficiente la planta y contribuir a la reducción del consumo de agua.
Destacó además que la planta de recuperación de salmuera y de soluciones trata todos los descartes líquidos que se utilizan en la planta, los cuales “van a pasar por un proceso de evaporación y esa evaporación o ese vapor va a ser condensado y transformado nuevamente en agua que va a ser reutilizada en el mismo proceso de las plantas”.
El litio se utiliza para fabricar baterías recargables para computadores portátiles, teléfonos móviles y cámaras digitales y en autos eléctricos, entre otros productos.
La también superintendente de operaciones en la planta Salar del Carmen, Andrea Vallejos, destacó que los bienes que producen son “altamente relevantes para la electromovilidad”.
En las operaciones de la planta de SQM, 34 buses eléctricos chinos, fabricados con baterías de litio, transportan a los trabajadores, la flota más grande de la minería chilena con estas características.
“Probablemente muchos de los autos que se están ocupando ahora en el China tienen nuestro litio así que vamos a seguir haciendo producto cada vez de mejor calidad y más sustentables para el sistema para entregarle a todos nuestros clientes”, señaló Vallejos sobre el país asiático, donde circulan la mayor cantidad de vehículos eléctricos en el mundo.
Y este trabajo mancomunado entre ambos países se refleja en el ambiente. En la entrada a las operaciones del Salar de Atacama, un cartel recibe a los visitantes con un mensaje en español, inglés y chino.
Para el superintendente en la mina Salar de Atacama, Sebastián Parada, China significa “un gran socio” como cliente y recalcó que gran parte del mercado se abre hacia el país asiático.