El presidente chileno, Sebastián Piñera, promulgó una nueva ley de control de armas, que tiene por objetivo aumentar los requisitos para adquirir y tener armas de fuego, tras 14 años de discusión en el Congreso.
El mandatario afirmó que esta normativa ofrece mayores penas por delitos con armas de fuego y tráfico de armamento, lo que “va a mejorar la seguridad y tranquilidad de todas las familias”, dijo en un discurso ofrecido en el Centro Depositario de Armas de Carabineros (policía militarizada).
Desde allí explicó los alcances de esta “estricta” legislación en materia de posesión, tráfico y utilización de armas de fuego en el país sudamericano, que incluye la prohibición de las armas adaptadas, de fogueo o juguete, y de silenciadores.
El jefe de Estado aseguró que esta ley propone la total regulación y registro sobre el uso, tráfico y venta de armas de fuego, a través de la identificación de quienes adquieran o realicen transferencias de armas o las ingresen desde el extranjero, además de aquellos lugares donde se utilicen con fines deportivos.
Desde el Gobierno aseguraron que se hará también un análisis para conocer el efecto de los disparos de proyectiles cuando se inscriba por primera vez un arma en la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), organismo asesor del Ministerio de Defensa.
Este registro estará disponible para las policías, con la idea de hacer seguimiento al armamento y reforzar el trabajo investigativo ante eventuales delitos, señalaron en un comunicado.
En cuanto a las sanciones, se prohibirá la venta de municiones a personas no autorizadas, al igual que aumentarán las penas por entregar armas a menores de edad y por el delito de adulteración, alteración o destrucción del sistema de trazabilidad de las armas.
“Quiero convocar a todos nuestros compatriotas a unirse a esta necesaria, urgente y noble causa que es lograr que la delincuencia retroceda y que la seguridad ciudadana avance”, concluyó Piñera.