La difícil situación de muchas personas mayores en China que se enfrentan a quedar relegados ante el rápido avance tecnológico, salió a la palestra en una serie de videos en línea que han provocado una fuerte reacción pública.
En uno de ellos en la plataforma Weibo el sábado, se ve a una anciana en Suizhou, provincia de Hubei, a la que su hijo debe cargar para alcanzar una cámara de reconocimiento facial en un banco.
El lunes, otro en la misma red mostraba a una persona mayor en Yichang, provincia de Hubei, sentada y visiblemente angustiada en un mostrador de seguros médicos después de que le informarán que no aceptaban efectivo y que debía usar el pago móvil para liquidar su cuenta o en todo caso llamar a sus familiares por asistencia.
Ambos videos acumularon más de un millón de visitas y decenas de miles de comentarios.
“Es muy triste ver su mirada ausente. Todos envejecemos con el tiempo. Las nuevas tecnologías están destinadas a mejorar nuestras vidas, no a crear obstáculos”, decía uno de ellos.
Para el jueves, las instituciones involucradas ya se habían disculpado por el inconveniente y por no satisfacer las necesidades especiales de las personas mayores.
Las imágenes ampliamente compartidas ofrecen una idea de la complicada situación que encara la creciente población de ancianos en China, rezagada en el uso cada vez mayor de herramientas digitales en el país, incluidas aplicaciones de pago móvil, entrega de alimentos y viajes privados.
La pandemia de COVID-19 ha popularizado aún más su uso con códigos de salud digitales y reservas en línea antes de visitar lugares públicos como parques, hospitales y bancos.
Liu Xinyi, de la provincia de Jiangsu, dijo que su abuela de 81 años depende de parientes más jóvenes para ayudarla a retirar su pensión, ir al médico y realizarse chequeos.
Los teléfonos inteligentes son esenciales para lograr estos servicios hoy en día, añadió.
“No puede recordar cómo usar un móvil, no importa cuánto le enseñemos”, sostuvo Liu. “Tomar unas horas libres del trabajo y acompañarla parece ser la forma más fácil”.
Liu apuntó que su familia está al tanto de las medidas del Gobierno destinadas a brindar servicios más accesibles a las personas de la tercera edad, como la disponibilidad de trabajadores sociales como acompañantes.
“Es realmente difícil depender de personal gubernamental limitado para atender adecuadamente a una población de ancianos tan grande”, lamentó. “La única solución viable que creo que funciona en este momento es que los niños cuiden a sus parientes mayores tanto como sea posible”.
Dilema digital
Un tema particularmente urgente en la actualidad es el requisito de que todas las citas de hospital sean en línea.
Shen Xiutao, técnica jubilada de 81 años, asegura que disfruta charlar con amigos y ver noticias en su teléfono, pero cuando se trata de usarlo para registrarse en el hospital, está completamente perdida.
“Es muy complicado”, dijo. “Me rindo y recurro a mis hijos en busca de ayuda”.
A principios de octubre, el anuncio en una estación de tren en Wuxi, provincia de Jiangsu, se volvió viral y ganó elogios, este dirige a las personas que no pueden presentar códigos de salud, en su mayoría ancianos y quienes no tienen teléfonos inteligentes, a voluntarios que los asisten con el registro de datos y el cumplimiento de las regulaciones COVID-19.
Posteriormente, la práctica fue adoptada por más ciudades en todo el país, según reportes periodísticos.