China viene utilizando la tecnología de lluvia artificial desde agosto para ayudar a varias regiones del país a combatir la sequía, informó la Administración Meteorológica de China.
Del 1 al 31 de agosto, aviones chinos realizaron 75 vuelos, con un acumulado de 211 horas en total, para inducir lluvias artificiales en las áreas afectadas por la sequía, incluyendo Hubei, Chongqing, Henan y Shaanxi, detalló Zhao Zhiqiang, funcionario de la administración, en una conferencia de prensa.
Zhao dijo que se estima que estas operaciones de generación de lluvia han cubierto 1,45 millones de kilómetros cuadrados, desempeñando un papel vital en la mitigación de la sequía y las altas temperaturas, al tiempo que han aumentado las reservas de agua y estabilizado la producción agrícola.
Estas operaciones también se realizaron con tecnologías de punta como satélites y radares meteorológicos y vehículos aéreos no tripulados, según el funcionario.
Zhao agregó que la lluvia artificial también ayudó a frenar incendios forestales causados por el clima cálido en Chongqing y Sichuan.
China registró en 2022 su verano más caluroso desde 1961, año en que se comenzó a llevar registros meteorológicos completos.
Del 1 de junio al 31 de agosto, la temperatura promedio del país fue de 22,3 grados centígrados, lo que resulta 1,1 grados centígrados superior al mismo período de los años regulares y la cifra más alta desde 1961, según el Centro Nacional del Clima.
