China y América Latina defienden conjuntamente el libre comercio y el multilateralismo, lo que hace que se siga fortaleciendo su relación y se exploren nuevas oportunidades, según destacó la economista mexicana Amapola Grijalva Vega.
La también presidenta de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China destacó, en una entrevista con la agencia de noticias Xinhua, que la comunidad de futuro compartido para la humanidad que plantea China es la visión estratégica de Latinoamérica y también la de México.
Lo anterior, explicó, los impulsa a “caminar de la mano hacia un futuro común”, sobre todo en las actuales circunstancias, porque comprende cooperación mutua y las posibilidades de compartir recursos desarrollando instrumentos de gobernanza global.
“La gran meta es mantener la paz y mantener un ritmo sostenible de desarrollo para dar felicidad, bienestar y justicia a toda la humanidad”, remarcó en el marco del 75º aniversario de la ONU, bajo la premisa de que “el multilateralismo no es una opción sino una necesidad”.
A decir de la economista es necesario seguir respondiendo al impacto “inmediato” de la pandemia de COVID-19 mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud y el apoyo al desarrollo y la distribución equitativa de tratamientos y vacunas; también, ponderó, “debemos prepararnos para construir una fuerte recuperación, basada en la Agenda 2030 y el Acuerdo de París”.
En entrevista vía telefónica, Grijalva Vega reconoció que la pandemia por COVID-19 dejará “un antes y un después” para la economía global, sin embargo, sostuvo, existe un abanico de oportunidades para reforzar la cooperación y el intercambio entre China y América Latina.
Calificó de necesario seguir estrechando los lazos comerciales y financieros entre ambas partes, pero también, buscar mayor cooperación en el ámbito de innovación y tecnología, así como en materia de infraestructura, sobre todo telecomunicaciones.
En opinión de la experta, sería “muy” interesante que, en este marco de nuevas oportunidades, se pudieran hacer negociaciones comerciales entre China y los diversos bloques comerciales latinoamericanos.
De lograrse, ahondó, “ayudaría mucho a que abriéramos oportunidades concretas de colaboración, cooperación e intercambio”.
Del mismo modo, consideró que los países de Latinoamérica pueden aprender de la experiencia del país asiático en cuanto a lucha contra el COVID-19 y en desarrollo sostenible e igualitario.
China es el segundo socio comercial de la región y el mayor socio comercial de varios países latinoamericanos, en tanto que América Latina y el Caribe exporta principalmente productos agrícolas, minerales y materias primas al país asiático.
Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), más allá de la crisis sanitaria, la pandemia llevará a la mayor contracción de la economía en la historia de la región, con una caída del 5,3 por ciento del PIB para 2020 y una reducción del 15 por ciento del valor de las exportaciones.
El producto interno bruto (PIB) de México, la segunda mayor economía de la región, después de Brasil, cayó 18,7 por ciento en el segundo trimestre de 2020 frente al mismo periodo del año pasado, debilitado por la pandemia, según cifras revisadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa una caída del 10,5 por ciento para la economía de México en 2020 debido a la pandemia, mientras que el Gobierno mexicano estima una caída del PIB del 8,0 por ciento este año y una recuperación del 4,6 por ciento en 2021.
Grijalva Vega reconoció la difícil situación que enfrentará México, al señalar que, además de las cifras estimadas, caerá el PIB bruto per cápita, es decir, “la pobreza por falta de ingreso de salario remunerado y oportunidades de empleo será grande”.
Enfatizó que en México se requiere más intercambio de comercio y tecnología con China, así como en materia de infraestructura en telecomunicaciones y maquinaria de punta.
Otra área de oportunidad para la cooperación, señaló, sería en materia de transporte, que contempla comunicación e infraestructura férrea, así como de aeropuertos o puertos, abundó.
A su juicio, los logros de China para erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo en su país obedecen a planeación, inversiones, e interacción virtuosa con el medio ambiente y, sobre todo, conocimiento profundo.
“Con toda su planificación ha dejado grandes lecciones que seguramente servirán para adaptar algunas o adecuarlas en México y los países de América Latina”, expuso.
Según la CEPAL, el número de personas pobres se incrementará en 45,4 millones en 2020, con lo que el total pasaría de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones en 2020, cifra que representa el 37,3 por ciento de la población latinoamericana.
Dentro de este grupo, el número de personas en situación de pobreza extrema se incrementará en 28,5 millones, pasando de 67,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de personas en 2020, cifra que equivale al 15,5 por ciento del total de la población.
Consideró que la región confía en el apoyo de China en materia de “cooperación tecnológica y de financiamiento” para poder enfrentar la pobreza, sobre todo en zonas semiurbanas, donde se pueda impulsar el desarrollo agroindustrial.