Cuando los chinos en todo el país celebran alegremente junto con sus familiares la Fiesta de la Primavera, o el Año Nuevo Lunar chino, la mexicana Teresa Aranalde encuentra una oportunidad ideal para experimentar las costumbres folclóricas de China, algo que ya ha convertido en una costumbre.
Aranalde, una preparadora física, ha vivido por cerca de 14 años en Guilin, un popular destino turístico en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, en el sur de China. Para ella, las aguas cristalinas, las montañas verdes y el ritmo moderado de vida han convertido la ciudad en un lugar idóneo para residir y trabajar.
Desde hace 13 años, Aranalde ha vivido cada Fiesta de la Primavera en China y se ha familiarizado con las costumbres típicas asociadas con este, uno de los festivales tradicionales de mayor importancia en el gigante asiático.
“La Fiesta de la Primavera es una ocasión muy importante para la gente de China y sin importar dónde estén, regresan a casa para disfrutar la reunión familiar. Me encanta la atmósfera festiva de aquí”, explica la entrenadora.
Desde su punto de vista, la Fiesta de la Primavera es semejante a la Navidad. Así, para integrarse al ambiente festivo, hace lo que suelen realizar los habitantes locales. Acude a los mercados y las ferias callejeras donde encuentra lo necesario para preparar todo lo que exprese la celebración: comida especial, frutas, sobres rojos, coplas de primavera y decoraciones.
“Las coplas de primavera son imprescindibles y significan mucho para las personas de aquí. Pegué un par de ellas en mi puerta, con la esperanza de que la buena suerte y la fortuna estén siempre conmigo en los años venideros”, comenta Aranalde.
Entre todas las tradiciones de la Fiesta de la Primavera, las danzas del león y del dragón, que convocan la buena suerte y la fortuna, son de las más atractivas. La mexicana incluso participó en una de estas interpretaciones, con el propósito de atraer el bienestar.
“Los bailes del dragón son muy interesantes y yo los interpreté junto con mis amigos chinos. Nos divertimos mucho”, recuerda Aranalde y agrega que estas manifestaciones culturales son parte fundamental de la Fiesta, pues ahuyentan la mala energía.
La profesional del entrenamiento físico disfruta todo en Guilin durante este festival tan especial. Visita amigos, degusta especialidades locales y tiene un contacto directo con actividades que reflejan la cultura ancestral china y sus prácticas folclóricas. También aprecia los árboles adornados con pequeñas linternas rojas y la gente con una sonrisa permanente en su rostro.
Este año, muchos otros extranjeros como ella optaron por quedarse en China durante la celebración, a medida que el trabajo y la vida en general regresan con rapidez a la normalidad después de que el país ajustara su respuesta a la COVID-19 a finales de 2022.
Como deseos para el año nuevo, Aranalde espera que todo vaya bien en 2023, que pueda visitar más lugares y experimentar más tradiciones chinas.
