China instó una vez más a Japón a que tome en serio las razonables preocupaciones de las partes implicadas y trate sus aguas contaminadas por radiación nuclear de una manera basada en la ciencia, abierta, transparente y segura, refirió el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Wang Wenbin.
Wang hizo estas declaraciones en una rueda de prensa diaria celebrada en Beijing en respuesta a las informaciones de que, durante la primavera y el verano de este año, Japón verterá al océano agua contaminada con radiación nuclear procedente de la central de Fukushima.
Durante los dos últimos años, la comunidad internacional ha cuestionado enérgicamente y se ha opuesto a la decisión unilateral y errónea del gobierno japonés de descargar al océano agua contaminada por radiación nuclear, y ha expresado su seria preocupación por el impacto que dicha acción pueda provocar en el medio ambiente marino y la salud pública, indicó el vocero.
Wang afirmó que la mayoría de la población japonesa también está en contra de este tratamiento irresponsable. El 55 por ciento de los participantes en una encuesta reciente se opuso al vertido de agua contaminada al océano.
“Es lamentable que Japón aún no haya prestado debida atención a las preocupaciones de todas las partes ni las haya abordado”, declaró el portavoz chino, añadiendo que Japón no ha dado explicaciones científicas y creíbles sobre la legitimidad de su plan, la exactitud de los datos sobre el agua contaminada por radiación nuclear, la eficacia del sistema de tratamiento y las incertidumbres sobre el impacto medioambiental.
La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha enviado tres grupos de trabajo técnicos a Japón y, hasta ahora, no ha habido ninguna resolución concluyente sobre la propuesta de Japón, precisó Wang, señalando que el organismo también ha emitido muchas peticiones a Japón, pidiendo aclaraciones o haciendo recomendaciones para mejorar los planes de vertido.
“En tales circunstancias, es imprudente e irresponsable que Japón apruebe el plan de vertido y siga adelante con el proyecto de construcción correspondiente”, afirmó.
Wang afirmó que China insta una vez más a Japón a que tome en serio las preocupaciones razonables de las partes implicadas y trate el agua contaminada con material nuclear de forma científica, abierta, transparente y segura.
Japón debe someterse a la estricta supervisión de la OIEA y proteger el medio ambiente marino, los derechos a la salud y los intereses de todas las personas, añadió.
“Sin autorización y plena consulta con sus vecinos, otras partes interesadas y las instituciones internacionales pertinentes, Japón no debe comenzar a verter al océano el agua contaminada con radiación nuclear”, concluyó Wang.