CARAVANA MIGRANTE 2021
PARTE II
Por R. Aidee Aguilar Esquivel
Sigamos conociendo y comprendiendo los derechos universales que van de la mano la migración. A continuación abordaremos dos derechos que nos ayudará a tener claridad y una mejor comprensión.
Continuemos retomando el artículo 13.
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Como vemos, nos dice que todo individuo está en plena libertad de transitar de un país a otro asimismo puede elegir dónde será su residencia, su nuevo hogar, en cualquier parte del mundo.
Revisemos el siguiente artículo que va de la mano del anterior.
Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.[1]
Básicamente lo que quiere decir es que en caso de que en tu país no te brinden los derechos básicos como vida, empleo, seguridad de tu persona etc., tienes derecho a pedir a cualquier otro país que te de asilo, que te brinden seguridad de tu persona y, todos los demás derechos, en calidad de refugiado.
Para seguir adelante necesitamos tener en cuenta que el fenómeno migratorio va de la mano con la historia de la humanidad, por eso debemos entender cuáles son sus causas y efectos que, a todos, en algún momento, nos ha tocado de manera directa o indirecta.
Para empezar, un migrante es quien, por decisión propia, sale, transita o llega a un país distinto al suyo en busca de mejores condiciones de vida. Si bien es por decisión propia, las mismas condiciones sociales de su país lo orillan a tomar esa decisión. Por otro lado, los refugiados, son los que se ven obligados a abandonar sus hogares, donde la persecución y el hostigamiento se ven más acentuados.
México ha sido un país de origen, tránsito, destino y retorno de la migración internacional.
Con el paso del tiempo las migraciones se han modificado. Las personas viajan solas o en grupos pequeños debido a las cifras impagables que los denominados polleros cobran, además que es más peligroso ya que los traficantes de blancas están acechando para secuestrarlos, entre otras razones. Por eso deciden transitar en caravana.
Desde las últimas décadas, las políticas y recomendaciones neoliberales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, la mala gestión gubernamental, la crisis económica que ha dejado la pandemia, han provocado un declive económico y social en diversos países. Con ello, ha aumentado el desempleo y la violencia. Abordaremos el caso de Honduras. Este país tiene uno de los índices de violencia más altos del mundo, cuya inseguridad, en parte, proviene del mismo cuerpo policial y del ejército, en algunas ocasiones en complicidad con el crimen organizado.
La población, en este país, tiene enormes dificultades para cubrir sus necesidades básicas como el empleo, recursos naturales y medios de supervivencia. Los más vulnerables son indígenas, mujeres, niñas y afrodescendientes, esto como resultado de la desigualdad.
La situación socio económica, política, ambiental y en materia de seguridad ciudadana son factores de expulsión que lleva a ciudadanos hondureños a migrar a Estados Unidos, México y otros países centroamericanos.
En los últimos años, han llegado a la frontera mexicana cientos de migrantes hondureños y de otros países que buscan caminar por el territorio para llegar al país del norte. Nuestra nación siempre había fungido de tránsito para estas personas, pero, las políticas xenófobas de Donald Trump, las decisiones que han tomado tanto el gobierno de México así como el guatemalteco han sido represoras y han violentado a los miembros de la caravana, frenando su libre tránsito que es un derecho humano.
Algunos migrantes han sido detenido con el objetivo de repatriarlos, es decir, regresarlos a su nación. Algunos son llevados a centros de detención para migrantes.
Es importante saber a qué se han enfrentado los migrantes en estos centros.
En su mayoría son deplorables, no siguen procesos legales en su interior y los criterios de acceso son discrecionales. Están diseñadas como cárceles, con barrotes, candados en los dormitorios, vigilados por policías armados, acceso limitado a teléfonos y, por ende, poca comunicación con el exterior. No les brindan información veraz y, en muchos casos, se obstruye el acceso al proceso de solicitud de refugio. Los migrantes en estos centros sufren maltratos, vejaciones, tortura por parte de los oficiales de migración, además corren el riesgo de ser entregados o vendidos al crimen organizado.
En el caso de los niños que no van acompañados, la situación es aún peor. Tienen que esperar semanas para que se “resuelva” su situación migratoria, en muchos casos son maltratados, expuestos a violaciones sexuales. En ocasiones el gobierno mexicano no logra tener contacto con algún familiar en sus países de origen.
Pensemos el nivel de violencia que se vive en países como Honduras para que las familias se vean obligadas a dejar ir a sus hijos solos y enfrentarse a todos estos peligros.
La respuesta del gobierno mexicano no da soluciones a estas personas, en su lugar, así como en sus países, en México se les continúa violentando sus derechos humanos. A esto se le suma el rechazo de la mayoría de la población mexicana que no comprende este fenómeno social por falta de información y empatía.
Recordemos, como dicen los artículos antes mencionados, toda persona tiene el derecho de salir de su país, ir hacia otros de su elección y en caso, si así lo desea, puede regresar. También todo individuo que esté en peligro su integridad tiene la oportunidad de pedir asilo en otro país. Apelemos a la empatía ya que nadie está exento de vivir alguna situación como la que pasan los migrantes.
[1]DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/