El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en su último discurso de Año Nuevo como presidente, ha expresado una fuerte sensación de crisis por la rápida propagación de la variante del coronavirus Omicron.
Prometió que el gobierno no escatimará esfuerzos para combatir el virus y dijo que hará del año 2022 el primer año de normalización al lograr una recuperación total de la crisis.
El discurso televisado anual del lunes se produce cuando el mandato de cinco años de Moon expira en mayo.
Corea del Sur se encuentra en medio de una nueva ola del virus, y el recuento diario de nuevas infecciones superó las 7.000 por primera vez en diciembre.
Moon dijo que se puede recuperar la normalidad intensificando las medidas antiinfecciosas.
Más de 1.300 personas han dado positivo por la variante Omicron en el país.
Moon transmitió una grave sensación de crisis, diciendo que es solo cuestión de tiempo antes de que la variante se convierta en la cepa dominante.
Mientras tanto, sobre Corea del Norte, el presidente dijo que ahora es el momento en que la voluntad y la cooperación entre el Norte y el Sur son más cruciales. Dijo que si las dos partes reanudan el diálogo y la cooperación, la comunidad internacional responderá.
Moon dijo que el gobierno buscará la normalización de las relaciones intercoreanas y un camino irreversible hacia la paz hasta el final de su mandato. Agregó que espera que los esfuerzos de diálogo continúen en la próxima administración.
Moon no mencionó en su discurso los lazos de Corea del Sur con Japón.