¡Para ti con mi afecto y agradecimiento Anita!
Por: Enrique Ramírez García
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue líder de la corrupción y un poder omnímodo en el país por 70 años, en esta larga etapa sus militantes se despacharon con la cuchara grande al allegarse de dinero mal habido, mansiones, autos, empresas, abuso y todo lo que dejara dinero a granel.
Si les comentará que en la actualidad y sin haber vivido muchos de nosotros esa época de terror impulsada por el PRI, hoy nuevamente volvemos a vivir el retroceso al cuadrado en el país en las manos de MORENA, se han destapado la corrupción, los feminicidios, el crimen organizado, la venganza presidencial en contra de quienes piensan diferente a él, la muerte de infantes por falta de medicamentos, falta de empleo, etcétera.
El símbolo del tricolor ha quedado atrás, hoy los gobernantes corruptos casi son los mismos, pero con un chaleco color guinda, auspiciados por el presidente López Obrador quien a partir de finales del año 2018 en que arriba a la presidencia de la República, ha fomentado la gran “austeridad, la cero corrupción, el nepotismo y el derroche de recursos gubernamentales”.
Andrés Manual López Obrador, hoy revive al compatriota, colega y maestro del partido tricolor José Abel Guillermo López Portillo y Pacheco, presidente de los mexicanos de 1976-1982 y no por su liderazgo al interior de un partido putrefacto, mezquino, corrupto, sino por su abuso de poder… algo parecido a lo que vivimos ahora con el mesías tropical.
Entre los López hay diferencias, supongo que sí, a JOLOPO como se le motejó en aquella época se le recuerda como el más corrupto en la historia de México, un tipo grosero, déspota, llorón (algún parecido con quién se puedan imaginar es mera coincidencia), cobarde, manipulador, pero muy enamorado el tipo.
A López Portillo lo caracterizó la corrupción, el abuso de poder y sus amantes, su gobierno es de los más controvertidos en la historia del país por su ignorancia y soberbia, llegó al poder arropado por un siniestro personaje que le antecedió llamado Luis Echeverría Álvarez, autor intelectual de la matanza de Tlatelolco aquel 2 de octubre de 1968.
En el gobierno de López Portillo, se vivió el auge petrolero más grande de la historia de México, lo que expandió el gasto público a niveles impresionantes permitiendo disminuir las desigualdades sociales, esto no supo manejarlo en beneficio de los mexicanos y terminó hundiendo al país en un colosal endeudamiento económico.
En 1981 el desplome de los precios del petróleo desencadenó una de las peores crisis económicas del país pasando López Portillo a ser el villano favorito de aquel gobierno siniestro.
Uno de los peores lemas de campaña en la política nacional es el de “La solución somos todos”, creado por los grandes publicistas de José López Portillo, casi sin oposición este candidato a la presidencia ganó las elecciones federales en julio de1976 con una votación del 93.5 por ciento, heredando un Maximato y una severa crisis económica de parte de su antecesor Echeverría Álvarez.
Uno de sus primeros errores como gobernante fue promover un incremento de la deuda externa para financiar la explotación petrolera, dando inicio a un mandato fallido con una restructuración de la administración pública, creando así la secretaria de Programación y Presupuesto, secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos y la Secretaria de Patrimonio y Fomento Industrial.
Otra gran similitud con el actual gobierno fue el dictar una ley de amnistía para liberar a los presos políticos e introdujo unas reformas a la legislación política y electoral.
Otro gran yerro de su gobierno fue recibir al dictador cubano Fidel Castro en mayo de 1979, ya que una de las esperanzas de López Portillo era ver triunfar a la revolución sandinista, proceso en que los cubanos habían asistido a los rebeldes nicaragüenses con su aporte militar y un gran apoyo económico, igual que ahora.
La economía mexicana se desplomó en 1981, y aun así en el área de infraestructura JOLOPO restauró el Centro Histórico de la Ciudad de México y el Templo Mayor a pesar de la crisis económica existente. Al final de su sexenio la inflación se disparó hasta el 100 por ciento.
La huida de capitales fue terrible e hizo imparable la inflación que ya se encontraba en lo más alto de un gobierno priista, mientras el alza en las tasas de interés se colapsaba los empresarios mexicanos estaban endeudados al tope lo cual era una situación de quiebra para sus negocios.
Previo a concluir su mandato, la cúpula del PRI nombró a Miguel De la Madrid Hurtado, para la elección siguiente en la cual el candidato tricolor se distanció de la figura de López Portillo, acusado antes y después de su sexenio de corrupción, nepotismo y frivolidad.
Debido a falta de su conocimiento en economía López Portillo se negó a devaluar el peso mexicano argumentando que “presidente que devalúa se devalúa”, a lo cual respondió y prometió defender la moneda mexicana como un “perro”.
En su último mensaje a la nación como presidente, dijo que estaba al frente de una crisis que no había sido responsabilidad de él (parece que vivimos en 2023), en pleno debacle José López Portillo señaló que era responsable del timón, pero no de la tormenta y con voz quebrada dijo “hice todo lo posible por organizar a la sociedad y corregir el rezago que avanzamos, pero se sentía triste por no haberlo hecho mejor, agregó el cínico.
Afirmó en aquel entonces que México, al llegar al extremo que significaría la actual crisis, no podía permitir que la especulación dominará su economía. Arengó…esta crisis que hemos llamado financiera y de caja, amenaza seriamente nuestra estructura productiva (…) Es ahora o nunca. ¡Ya nos saquearon, México no se ha acabado no nos volverán a saquear!
El maestro Miguel Ángel Granados Chapa, escribió en el libro “La Banca Nuestra de Cada Día” que López Portillo se acercaba al final de su mandato y antes de ello se retiró del mercado de dinero dando la sensación de que no había régimen político sino solo en instituciones administrativas incapaces de formular decisiones ya que la economía se maneja con la política.
López Portillo y Pacheco, es señalado como el mayor populista, corrupto, despilfarrador, frívolo, ególatra, cínico y el mayor practicante del nepotismo en la historia de México, igual a ya sabes quién.
En una entrevista a la Revista Proceso en 1992, afirmó que Miguel De la Madrid, ya siendo presidente electo, le pido no publicar la lista de los saqueadores de dólares para no ahondar en las diferencias ante la sociedad del país, esto fue pura cobardía del Nerón.
Tuvo una gran y estrecha relación desde su juventud con el peor titular de la Policía de la Ciudad de México de todos los tiempos, Arturo Durazo Moreno “El Negro”, López Portillo fue compadre e íntimo amigo del mal llamado “general”.
Durante el gobierno de López Portillo, la corrupción en la policía capitalina alcanzó niveles impresionantes al mando de Durazo Moreno, ya que se robaba de manera descarada el presupuesto de la policía y enviaba a prisión a personas inocentes a los cuales relacionaba con el hampa para cubrir a sus compinches.
Uno de los productos más grandes de su corrupción fue la imposición de mordidas exigidas a sus subalternos por multas de tránsito y otras linduras, además de quedarse con los dineros del robo a bancos de parte de la delincuencia organizada y su líder Andrés Caletri.
“El Negro” Durazo Moreno fue nombrado General de División por su entrañable amigo sin haber pasado por la academia militar creando un disgusto mayor por los verdaderos militares de carrera.
En una de las partes de su libro autobiográfico y de memorias José López Portillo, dedicó gran parte de este a explicar la construcción del conjunto de sus mansiones en la Colonia Bosque de las Lomas para él y sus familiares que el humor popular bautizó como la “Colina del Perro”, en la cual utilizó una gran cantidad de recursos públicos.
La inmensa mansión en Ixtapa, Zihuatanejo, llamado “El Partenón” fue la cereza de la corona en su dispendio y robo de recursos para crear una obra de comparación a la cultura griega, ofensa a los griegos.
José López Portillo, fue muy popular y codiciado entre las mujeres de la época, se hizo famoso por su galantería, sus frases célebres, por su carisma y pregonaba frases ingeniosas como “no va a pasar nada”, “los bancos solo van a cambiar de dueño”.
Tenía un jale muy impresionante tanto con las damas de la alta sociedad como entre las figuras femeninas del medio artístico, la farándula fue su vida y en ella terminó conviviendo y casándose con la actriz de películas para adultos Sasha Montenegro.
Previó a esto, el expresidente tuvo una relación de amasiato con la joven Rosa Luz Alegría Escamilla, mientras seguía casado con la primera dama Carmen Romano de López Portillo, se dice que la relación inició antes de llegar López Portillo a la presidencia de la República, la chica era 25 años menor que el presidente y terminó siendo la secretaria de Turismo en su mandato.
En su casamiento con la actriz y modelo italiana-mexicana Aleksandra Acimovic Popovic, mejor conocida como Sasha Montenegro, quien contaba en ese momento con 23 años, llamó la atención de López Portillo, por su figura y deslumbrante belleza en las películas de ficheras de la época de oro del Cine Mexicano, con el apoyo de López Portillo, la vedette empezó a aparecer en fotonovelas y participar en obras de teatro y en películas como Muñecas de Medianoche y Bellas de Noche.
A partir de 1990, ambos ya no ocultaron su relación, dando paso a su divorcio en 1991 y en 1992 se casó contando con 75 años por la iglesia…naciendo en esa relación sus hijos Nabila y Alexander.
José López portillo padecía de diabetes y de las secuelas de una embolia sufrida en 1996, murió en la Ciudad de México el 17 de febrero de 2004 a los 83 años víctima de complicaciones cardiacas desencadenadas por una neumonía