Una, otra vez, desata infinitos sentimientos. Con él descubrimos poderes intangibles en lo recóndito del alma. Disfruta cantar las ideas, lo seducen afanes indagatorios en el ser, el acontecer, quizá por esto nunca abandona las remembranzas, los nuevos proyectos, el abordaje de las complejidades de la vida.
Silvio Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, La Habana, 1946), reconocido por generaciones como uno de los más importantes compositores e intérpretes de la Nueva Trova cubana de amplia repercusión internacional, descuella por los aportes a la cancionística contemporánea en cuanto a poética y sonoridades.
Al revisitar su amplio repertorio percibimos un tono intimista en el que prevalece la palabra en combate. En tiempos de la COVID-19 motiva varias preguntas el inquietante trovador: ¿cómo transcurren sus procesos creativos: textos, músicas, orquestaciones?, ¿de qué manera influye la difícil coyuntura sanitaria en la inspiración y el arte de componer?
Mediante respuestas virtuales acorta la distancia: “En estas condiciones hay mucho tiempo para concebir trabajos y ninguno para realizarlos. Por primera vez desde que tengo uso de razón todo el planeta está a la espera de lo mismo. Sería tremendo si fuera una declaración de paz universal o de respeto a la naturaleza. Cuántos mitos se vendrían al suelo”.
Indago por el fonograma más reciente, Para la espera, de amplia difusión en la radio y las redes sociales. Comenta: “Lo que publico antecede a la pandemia, no era ni siquiera un disco en preparación, es la materia prima, registros iniciales de las primeras versiones grabadas de temas compuestos en los últimos 10 años. Sobre ellas suelo trabajar después y hacer otras a veces compartidas con músicos. Decidí presentarlo en estos momentos para tratar de aportar algo.
“En la nota de presentación dedico el disco a la memoria de varios amigos, excelentes creadores que el mundo ha perdido recientemente. Los relaciono en el orden de su partida: Túpac Pinilla Núñez, sicólogo, cineasta y editor (28-8-1972/17-3-2020); Juan Padrón Blanco, historietista y cineasta (29-1-1947/24-3-2020); Luis Eduardo Aute, pintor, cantautor y cineasta (13-9-1943/4-4-2020); a quien le canté Noche sin fin y mar en el hospital cuando él pasaba por un momento muy difícil, su reacción positiva me motivó a dedicársela; César López, poeta, escritor, ensayista (25-12-1933/7-4-2020); Luis Sepúlveda, escritor, periodista y cineasta (4-10-1949/ 16-4-2020); Marcos Mundstock, locutor, escritor y humorista (25-5-1942/ 22-4-2020); y Óscar Chávez, cantante, actor, compositor (20-3-1935/30-4-2020)”.