La COVID-19 ha puesto de rodillas al mundo con más de 40 millones de contagios y más de 1 200 000 muertes; y parece ser que la única salida factible en este punto es una vacuna segura y eficaz. Varios se han lanzado a la búsqueda de la candidata que reúna estas condiciones: Oxford-AstraZeneca, Moderna, Biontech-Pfizer, Zydus, UreVac, CanSinoBio, Sputnik V, Johnson&Johnson, VaxArt, InmunityBio, Novarti, entre otras. Y 11 de ellas ya se encuentran en fase 3 de ensayos con 6 aprobadas ya para uso de emergencia. Pero todo el trabajo podría ser en vano si la aceptación popular es débil.
Para analizar este importante factor, un equipo multinacional, con investigadores de diversas Universidades (New York, Washington, Boston, Barcelona o Londres), ha realizado el mayor estudio al respecto con 13 426 participantes al azar de 19 países, en su gran parte con un alto índice de casos, y sus resultados se publicaron ayer en Nature Medicine.
¿Aceptaría usted una vacuna “probada, segura y eficaz”? El 71,5 % la aceptaría (posible o muy posiblemente), una cifra que varía dependiendo el país.
Así, la mayor aceptación la obtuvo China con un 90 %, mientras que la menor fue de Rusia con un 55 %.
Las conclusiones preocupan… Las personas de 40 años en adelante se mostraban más proclives a inocularse que los de la franja de 18 a 24 años. A sabiendas que son precisamente los jóvenes quienes propagan más el virus, el dato sirve de alerta hacia un esfuerzo de concienciar a dicho sector.
Otro punto es la confianza de cada sociedad hacia su Gobierno. A menor confianza, mayor reticencia y viceversa. Los países donde la aceptación sobrepasa el 80 % suelen ser los asiáticos con una fuerte confianza en sus Gobiernos, como China, Corea del Sur y Singapur.
La educación es otro facto a tomar en cuenta. Los niveles más altos se asocian con una mayor proclividad hacia la vacuna, mientras más bajo sea, la oposición es más fuerte. Por ello, el estudio recomienda que “las futuras estrategias de comunicación de vacunas deberán considerar el nivel de alfabetización sanitaria, científica y general en las subpoblaciones, identificar fuentes de información locales confiables e ir más allá de simplemente decir que las vacunas son seguras y eficaces”.