Por: Enrique Ramírez García
El deporte mexicano ha caído en el peor bache de su historia olímpica a partir de la administración del presidente Andrés Manuel López Orador, se esperaba que con el nombramiento de la ex velocista olímpica Ana Gabriela Guevara al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), el deporte en México repuntaría en todos los aspectos y sería el gran apoyo esperado por los atletas mexicanos.
Pero no ha sido así, sino todo lo contrario, la admiración obtenida por la atleta sonorense en todo el mundo por su alta competitividad en el atletismo mundial se ha visto empañado por la falta de apoyo, corrupción, nepotismo y maltrato a los atletas mexicanos al retirarles las becas y apoyos económicos a los que tenían derecho para su preparación con miras a los juegos olímpicos de Tokio 2021.
El conducto de Tv Azteca, Enrique Garay, quien es un experto en el análisis deportivo ha confrontado de manera directa a la titular de la CONADE y ha presentado pruebas sobre la corrupción y nepotismo que impera al interior de dicha institución al no proporcionar los apoyos a los atletas para el desarrollo de sus actividades deportivas.
Incluso, estas quejas y denuncias en contra de Ana Gabriela Guevara han llegado de manera directa al primer mandatario de la nación quien ha hecho caso omiso del desastre en que se encuentra la institución encargada del deporte nacional.
En un informe dado a conocer por la Secretaria de la Función Publica (SFP), en el mes de mayo de este año, se dio a conocer una serie de irregularidades al interior de dicha institución como son: desvío de recursos, sobreprecios de insumos, simulación de servicios contratados, uso de documentación falsa, empresas fantasmas y sub contratación de personal.
La orden del presidente López Obrador de “investigar y terminar con la corrupción” en la CONADE no ha sido acatada y sigue siendo el modus operandi al interior de la institución.
Esta corrupción a orillado a los atletas mexicanos a tener enfrentamientos con la titular de la CONADE por el retiro de los poyos y becas, tal es el caso de la clavadista mexicana Paola Espinosa quien la acusó de represalias y “quitarle su lugar” para competir en los juegos olímpicos de Tokio.
En toda esta corrupción y nepotismo, además de la pandemia mundial que vivimos, los únicos perdedores son los atletas mexicanos, ya que con sus propios recursos se han visto en la necesidad de entrenar donde Dios les da a entender. La pobreza en el medallero olímpico no es cosa de los atletas quien han brindado todo su esfuerzo tal y como lo hemos de constatado millones de mexicanos.
De las cuatro medallas de bronce obtenidas por los héroes olímpicos nacionales, tres de ellas son producto del trabajo y dedicación de atletas puramente olímpicos “no profesionales”, quienes se han brindado de corazón con los pocos recursos obtenidos y esperemos que a su regreso el jefe del ejecutivo y la titular de la CONADE no se cuelguen la medalla y empiecen a vociferar que son producto de su “apoyo y recursos adjudicados a los atletas”.
La otra medalla de bronce es “hechiza”, bien ganada y con merecimiento propio por los futbolistas mexicanos sin duda alguna, pero es importante recordar que ellos aun siendo juveniles ya juegan de manera profesional y devengan un salario en sus respectivos equipos de la primera división. Y otro aspecto que le quita esa sensación de pureza a la medalla de broce es que son reforzados por jugadores experimentados que han jugado en Europa con altos salarios.
Los tres equipos finalistas en los juegos olímpicos en Tokio: Brasil, España y México, son meramente profesionales y juegan en las ligas más importantes del viejo continente con unos salarios que no ganaran nunca unos principiantes en la natación, gimnasia, box y cualquier otro deporte olímpico.
En charla telefónica obtenida con el talentoso y fino ex jugador de Pumas, Germán Tello, coincidimos plenamente en la obtención de las medallas de bronce para los atletas olímpicos y el reconocimiento a los integrantes de la Selección Olímpica de futbol, pero con un gran apunte: ellos cuentan (futbolistas) con remuneraciones y canonjías no obtenidas por los atletas que tienen que picar piedra por un apoyo para buscar un lugar en las cuestas olímpicas.
Al contrario, ellos perciben premios por logros obtenidos y esperamos que el gobierno federal continúe con los apoyos vitalicios a los deportistas que han logrado una presea para México como lo realizaban los gobiernos que antecedieron al de la 4T.
Y sus competencias son regidas por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), un organismo mundial acusado por su gran corrupción al interior del mismo por todos los dirigentes que lo han presidido.
Ojalá y este gobierno diera un giro en la CONADE para apoyar el deporte mexicano tal y como lo hizo de don Mario Vázquez Raña, titular del Comité Olímpico Mexicano (COM), de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) y del Comité Olímpico Mexicano, quien fue un gran impulsor del deporte olímpico y en su estadía como dirigente del deporte nacional.
En la gran época de Vázquez Raña, México fue el Rey de la marcha o caminata con el gran maestro Tadeusz Kepka, dando grandes campeones como: Daniel Bautista, Raúl González, Martín Bermúdez, Ernesto Canto (QEPD), Bernardo Segura, etcétera.
En otras disciplinas olímpica, México siempre tuvo excelentes representaciones como fue: Box, Gimnasia, Arco, Natación, Pista, etc. Esperemos que la dirigente de la CONADE, Ana Gabriela Guevara, se haga a un lado y permita el repunte del deporte mexicano ya que lo único logrado hasta el momento es una severa crisis, aunado a la corrupción y nepotismo. México, es urgente regresar a las glorias deportivas que le dieron admiración y respeto a nivel mundial.