La corporación farmacéutica multinacional estadounidense Pfizer ha estado bajo presión por una presunta sospecha de fraude de datos en sus ensayos clínicos de la vacuna contra la COVID-19, según la revista médica británica The BMJ.
Pfizer falsificó datos, empleó vacunadores entrenados inadecuadamente y tardó en dar seguimiento a los eventos adversos reportados en su ensayo esencial de fase III, dice un artículo publicado el miércoles en The BMJ, citando a una exdirectora regional del Ventavia Research Group, una organización de investigación con sede en Texas, que administraba los sitios de prueba de la vacuna de Pfizer.
El personal que realizó los controles de calidad estaba abrumado por el volumen de problemas que estaban encontrando, agrega el artículo.
Antes de hablar con la revista, la exdirectora regional, con más de 15 años de experiencia en la coordinación y gestión de la investigación clínica, fue despedida por denunciar repetidamente violaciones masivas de ensayos clínicos de Pfizer, incluido el envío de una queja por correo electrónico a la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos.
Mientras verificaba sus declaraciones y la información proporcionada, The BMJ recibió más evidencia que confirma que los ensayos de la vacuna no cumplieron con los estándares declarados por Pfizer, incluido el almacenamiento inadecuado de inyecciones, violaciones de las normas de pruebas ciegas, errores frecuentes de datos y respuesta lenta a las quejas sobre los efectos secundarios, dice el artículo.