Según un informe de The New York Times, a partir de las declaraciones de impuestos de Donald Trump, este poseería deudas por 421 millones de dólares avaladas por él mismo.
No solo sorprende los onerosos montos, sino también el desconocimiento de sus acreedores o su posible influencia sobre el presidente estadounidense.
Por su parte, Trump no ha negado la información, pero la ha tratado de minimizar. Así en un foro con votantes en NBC News, indicó que lo que debe es “reducido” en comparación con su patrimonio y se negó a develar a sus receptores.
La investigación apunta a que esa riqueza podría ser mucho menor a la señalada, dadas las cuantiosas pérdidas a lo largo de los años, además de no haber abonado casi nada al fisco por concepto de impuesto a la renta por varios años, y solo 750 dólares en 2016 y 2017.
De acuerdo con Salon, el mandatario debe cerca de 340 millones de dólares al banco alemán Deutsche Bank y, según la agencia AP, su deuda total sería de cerca de 1000 millones de dólares.
No obstante, Forbes reveló que el portafolio de sus propiedades –hoteles, resorts, campos de golf–tendría un valor de 3600 millones de dólares, suficiente para cubrir sus deudas en caso de necesidad.
Con todo, lo que preocupa son los posibles conflictos de interés o presiones relacionadas con sus deudas y el hecho de que no se sepa la identidad de sus acreedores genera suspicacias, sobre todo en plena campaña por la reelección.
De acuerdo con analistas de NBC, un presidente con un alto nivel de deudas es uno de los “más vulnerables” de la historia y podría estar expuesto a acciones oportunistas.