Los líderes europeos sostendrán un debate esta semana sobre un asunto de mayor urgencia para los países más dependientes del turismo y más devastados por las prohibiciones de viaje ocasionadas por la pandemia de COVID-19.
Establecer o no un “pasaporte de vacunación” que al menos permitiría a las personas que han sido vacunadas contra el virus viajar libremente y disfrutar de sus vacaciones en sus destinos turísticos tradicionales; ese es el dilema.
La pregunta que puede parecer una obviedad probablemente divida a los europeos, porque plantea preguntas difíciles para los países que han luchado por organizar campañas de vacunación adecuadas, lo que ha resultado en un despliegue de vacunas que se desarrolla a un ritmo vertiginoso.
Los gobiernos de Grecia y España, países a los cuales el turismo les reporta jugosos dividendos, están presionando para que se adopte rápidamente un certificado a escala de la UE para las personas ya inoculadas.
Grecia e Israel, uno de los países que más rápido avanza en sus planes de vacunación, firmaron un acuerdo para suavizar las restricciones de viaje a Grecia para los israelíes que acrediten la vacunación contra la COVID-19.
Sin embargo, por el momento, en la mayor parte de Europa, la vacunación no es cuestión de voluntad o disposición. El proceso depende de las órdenes jerárquicas, las listas de espera, las prioridades establecidas por los gobiernos sobre quién debe recibirla rápidamente y quién puede esperar un poco más.
Ya el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció el lunes una próxima revisión de la idea de los certificados de vacunación COVID-19 y el papel que podrían desempeñar en la recuperación económica. Al mismo tiempo, se mantiene “consciente de las muchas preocupaciones que rodean la exclusión, la discriminación y la privacidad”, advirtió Johnson.
Entre tanto, el gobierno francés se opone a ese pasaporte “por ahora”, ha dicho el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune, siempre que una parte importante de la población no haya sido vacunada. Y el consejo de ética de Alemania, un organismo asesor del gobierno, ha expresado fuertes reservas sobre la idea.