Europa, azotada por la segunda ola del coronavirus, intenta “salvar la Navidad” no tanto en el sentido económico, sino también en lo importante que resulta el contacto humano en esta época.
Así, Alemania ha decidido endurecer las medidas para evitar unas fiestas solitarias. La canciller, Ángela Merkel, pidió “paciencia, solidaridad y disciplina” para lograrlo.
Las medidas involucran el cierre parcial de la vida pública hasta el 20 de diciembre y restringir el contacto social y el aforo de los comercios con el objetivo de una tregua en Navidad, posiblemente a partir del 23 de diciembre al 1 de enero.
La idea es permitir concentraciones de un máximo de 10 personas de dos hogares, siempre excluyendo a los niños de hasta 14 años del cómputo. Las autoridades esperan que luego de las cenas de festejo en familia y con amigos, la gente se aísle voluntariamente por responsabilidad.
En tanto en Italia, el Gobierno de Giuseppe Conte debe anunciar las próximas medidas antes del fin de las anteriores, el 3 de diciembre. Al parecer el Ejecutivo hará ciertas concesiones, pero siempre con prudencia.
Solo comidas, cenas y reencuentros entre parientes más cercanos hijos, padres y parejas. Para las familias más extensas el número es de 6 u 8 por mesa. Desplazamientos entre regiones solo si son “estrictamente necesarios”. Cierres de pistas de esquí, pero se alargará el horario de tiendas y centros comerciales para evitar aglomeraciones.
Francia otorgará cierta libertad de movimiento el 15 de diciembre, aunque bares y restaurantes seguirán cerrados al público al menos hasta el 20 de enero, así como las estaciones de esquí. Sí se podrá ir al cine y al teatro pero el toque de queda continuará vigente desde las 9 de la noche hasta las 7 de la mañana.
Las tiendas abrirán y se permitirá el desplazamiento en territorio nacional. No hay límite de participantes en reuniones privadas, pero las autoridades resaltaron la cautela con uso de mascarilla ante personas vulnerables y ventilación continua. Tampoco regirá el toque de queda en Nochebuena ni en Nochevieja.
Gran Bretaña permitirá los festejos y se fiará del criterio y buen juicio individual en vez de imponer más prohibiciones de las estrictamente necesarias.
Hasta el 23 de diciembre, Inglaterra seguirá dividida en 3 zonas, según el grado de riesgo, con reglas diferentes. Entre el 23 y el 27 todas las normas quedarán sin efecto.
El domingo el primer ministro sueco, Stefan Löfven, en un inusual discurso instó a la ciudadanía a socializar solo con su núcleo de convivencia o con un “grupo burbuja” de uno o dos amigos, y desde esta semana rige la prohibición de concentración de más de 8 personas en eventos públicos, la mayor impuesta en el país hasta el momento.
En Dinamarca y Noruega también se han prolongado las medidas hasta mediados de diciembre con la esperanza de relajarlas en Navidad. En la primera, recomiendan reuniones privadas de máximo 10 personas, y en la segunda exhortan a reducir el contacto al mínimo.