La Salud Mental es un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a la comunidad.
La importancia del cuidado de la salud mental radica en que es el pilar de la atención médica junto con la salud física, no podemos tener una sin la otra. Es por ello que en el año 2013, la Organización Mundial de la Salud instauró el 10 de octubre de cada año como el Día Mundial de la Salud Mental, fecha en la cual se busca crear mayor conciencia acerca de este tema, e impulsar distintos esfuerzos para promoverla.
En la actualidad, la situación provocada por la pandemia COVID-19 ha venido a incrementar las afecciones derivadas por el mal manejo de las emociones, lo que a su vez puede desencadenar en enfermedades progresivas como la ansiedad o la depresión.
Estas enfermedades no son exclusivas de la población usuaria del sistema de salud, sino que, han empezado a afectar directa o indirectamente al propio personal que brinda atención que está en apresto en los diferentes servicios de salud.
El Programa Nacional de Salud Mental adscrito al Departamento de Regulación de los Programas de Atención a las Personas del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social ha desarrollado diferentes herramientas de apoyo para ayudar en la prevención, diagnóstico, manejo y atención de las enfermedades de salud mental, dentro de ellas se encuentra la actualización de la normativa de atención integral de salud mental para el primero y segundo nivel de atención, la cual contiene normas, guías, protocolos y lineamientos para su correcto abordaje.
Además, se han implementado procesos de sensibilización y capacitación en salud mental, los cuales han sido dirigidos a personal operativo, mismos que persiguen fortalecer su capacidad de afrontar el contexto de pandemia por COVID-19 como herramienta de auto cuidado.
La Salud Mental es una acción integral, que puede ser cuidada desde nuestro entorno poniendo en práctica actividades sencillas pero funcionales como hacer ejercicio de forma frecuente, ocupar tu tiempo libre en actividades agradables, mantener equilibrio entre trabajo y descanso, participa en actividades familiares y sociales que sean saludables, expresa libremente tus ideas, escucha y respeta las ideas de los demás, controla tus reacciones, no agredas a las personas, animales y ambiente, evita la rutina, busca diferentes soluciones para resolver problemas, pide ayuda y orientación cuando sea necesario, mantén una actitud positiva y evita el consumo de sustancias dañinas como el alcohol, tabaco y drogas.