Según información a la que ha tenido acceso la NHK, el Gobierno de Japón está pensando liberar las reservas energéticas del país para ayudar a contener el encarecimiento del petróleo. Esta decisión está motivada por una solicitud de Estados Unidos.
A finales de septiembre, Japón tenía reservas para 145 días de consumo nacional. Según la legislación en vigor, solo pueden liberarse las provisiones cuando hay escasez de suministro o cuando ocurre un desastre natural; es decir, el encarecimiento del petróleo no es una de las razones contempladas. Ahora bien, según el Gobierno, el marco legal permite poner en circulación las reservas en caso de que haya excedente de oferta, algo que, según aducen, está sucediendo por la caída en la demanda nacional durante los últimos años. En consecuencia, el Ejecutivo que encabeza el primer ministro Kishida Fumio está pensando poner petróleo en el mercado en concierto con Estados Unidos y Corea del Sur. No obstante, algunos miembros del Gobierno consideran que el efecto de esta medida sería limitado habida cuenta de la cantidad disponible.
En caso de que esta decisión se materialice, será la sexta vez que Japón libere sus reservas de petróleo. Una de ellas fue en 2011 cuando echó mano en dos ocasiones de las provisiones del sector privado: la primera, en marzo, después del Gran Terremoto del Este de Japón; la segunda, en junio, a raíz del recrudecimiento de la situación en Libia.