Según fiscales de Kazajistán, donde han tenido lugar multitudinarias protestas, 225 personas habrían muerto en los altercados. Según se piensa, la mayoría de las víctimas serían manifestantes, pero los fiscales dijeron el sábado que 19 miembros de las fuerzas de seguridad estarían entre los fallecidos.
Según se informa, también ha habido más de 4.300 heridos. Las manifestaciones comenzaron el 2 de enero para protestar contra el incremento del precio del combustible y se han propagado a todo el país de Asia central, incluida la ciudad más grande, Almaty. El Gobierno ha calificado las protestas de actos de terrorismo y ha intentado ponerlas bajo control.
Los medios locales informaron el 9 de enero de que 164 personas habían muerto. Las autoridades niegan este dato. El presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, pronunció un discurso el 7 de enero en el que dijo estar determinado a acabar con las protestas. Sin embargo, se enfrenta a críticas de la comunidad internacional por el enorme número de muertes que están ocasionando las acciones dictadas por su Gobierno.