Por: Enrique Ramírez García
¡Con mi respeto y admiración para ti Claudia Verdín, gracias por tu apoyo!
Al presidente de México Andrés Manuel López Obrador no le gusta la extravagancia de sus subordinados, hay demasiadas muestras de ello, uno de los más cercanos a su círculo político lo vivió en carne propia después de acompañarlo y mostrarle su lealtad durante muchos años en sus aspiraciones políticas a la presidencia de la República.
César Yáñez Centeno, creció al amparo de López Obrador en sus inicios como líder del Partido de la Revolución Democrática y le acompañó como coordinador de comunicación social y vocero desde que era Jefe de Gobierno del Distrito Federal del ahora presidente tabasqueño. Como premio de consolación y después de ser expulsado del círculo cercano del presidente, fue aislado y castigado con un cargo mucho menor, coordinador general de Política y Gobierno.
Al llegar a la presidencia AMLO, se le consideró a Yáñez Centeno, ser parte del gabinete presidencial y encargado de comunicación social y vocero de la Presidencia, pero no fue así, la extravagancia mostrada en su boda con Dulce María Silva Hernández, lo alejó del circulo presidencial.
Ya electo presidente López Obrador, no asistió a la boda religiosa, pero si al banquete y fue testigo de la ceremonia civil, pues ni eso no le valió a César después de tantos años de lucha y ser uno de los más cercanos colaboradores del ahora presidente ya que prácticamente fue separado y aislado de su gran amigo López Obrador.
Los primeros excesos de aquella fastuosa boda celebrada en la ciudad de Puebla el 29 de septiembre de 2018, entre César Yáñez Centeno y Dulce María Silva Hernández, fue el fuerte dispositivo de seguridad realizado con vallas alrededor de la Capilla del Rosario, en la Iglesia de Santo Domingo, acto fuertemente criticado por los usuarios de las redes sociales.
Los lujos y extravagancia de la boda fueron criticados de manera inmediata en las redes sociales por algunos políticos invitados al majestuoso evento, ya que fue calificado de “opulento pachangón”, todo lo contrario, a la política de austeridad dada a conocer por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los excesos ofrecidos en dicha boda por los contrayentes fueron cuestionados como doble moral, hipocresía, demagogia, impostura y simulación de la Cuarta Transformación por uno de los más críticos al gobierno de Andrés Manuel, el perredista Fernando Belaunzarán por medio de un Tweet.
Y para darle el “tiro de gracia” a César Yáñez, dentro del circulo presidencial fue su aparición en la portada de la famosa revista de sociales ¡HOLA! La cual le dedicó 19 páginas de su edición. En la cual se da a conocer que el ágape se llevó a cabo en el salón San Francisco del Centro de Convenciones de la Angelópolis, a la cual asistieron cerca de 600 invitados y el baile fue amenizado por el grupo musical Los Ángeles Azules.
Y cuatro años después de estos hechos, prácticamente se vuelve a repetir otra extravagancia que incomodó al presidente López Obrador, la fastuosa unión entre el todavía, en esos momentos jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo y la Consejera Electoral del INE, Carla Humphrey Jordan, el pasado 6 de noviembre en la Antigua, Guatemala.
Aquí el motivo de la separación del cargo del extitular de la UIF, fue para el presidente de México, la extravagancia y lo suntuoso de la boda, ya que fue un asunto escandaloso, el cual rompió con la austeridad pregonada por su gobierno y la Cuarta Transformación.
Este enlace matrimonial derivó en la renuncia fulminante el mismo sábado 6 de noviembre de la hoy extitular de la cartera de Turismo de la CDMX, Paola Félix Díaz, el motivo o argumento de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, fue por viajar en “avión privado” al enlace matrimonial, rompiendo así la regla de austeridad de su gobierno.
Le siguió de manera inmediata el lunes 8 de noviembre por la noche, la renuncia fulminante de Santiago Nieto Castillo como jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, en una reunión privada en las oficinas de la Secretaria de Gobernación, pasadas las 20:00 horas, el titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández le dio a conocer los pormenores de su cese a Nieto Castillo, a lo cual este presentó su renuncia de manera inmediata.
En los corrillos políticos se comenta que la molestia presidencial en contra del extitular de la UIF, fue por una “deslealtad” a su persona al invitar a su boda a la excandidata panista Josefina Vázquez Mota y a uno de sus acérrimos enemigos, el director del periódico El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, al cual acusa de manera contante el presidente mexicano de golpear a su gobierno en la mayoría de sus conferencias mañaneras.
En este caso lo menos importante para López Obrador, era la fastuosa boda en la Antigua, Guatemala, a la cual asistieron cerca de 300 invitados, el meollo del asunto fue la falta de tacto político de su exfuncionario y compartir la extravagancia de su boda con sus adversarios políticos, viéndose como una deslealtad por el inquilino de Palacio Nacional, el cual su fuerte no es la venganza.
Aquí ni la distancia a la ceremonia nupcial fue tema de importancia para el presidente, el enojo o molestia fueron los invitados a la misma, ya que es entendible que, en esta hermosa ciudad de la Antigua, Guatemala, vivió la madre de Santiago Nieto, por lo cual fue el lugar preciso para llevar a cabo su enlace matrimonial con Carla Humphrey Jordan.
Después de la tormenta viene la calma y al saber o tener conocimiento de toda la información manejada por Nieto Castillo al frente de la UIF, el presidente de la República lo florea en su conferencia mañanera del pasado 10 de noviembre al señalar que: el extitular de la UIF, es un abogado profesional, recto y su gobierno le tiene mucho respeto, “pero que no toleraría ningún acto de extravagancias”.
La extravagancia de la boda no fue la causa del cese de Santiago Nieto, esto es claro, de ser esto verdad hay que ver quien fue el culpable de la extravagante cena ofrecida a los a los dictadores de Cuba, Miguel Díaz-Canel y de Venezuela. Nicolás Maduro Moros, durante las fiestas patrias del pasado mes de septiembre en la cual la presidencia de la República gastó la extravagante suma de cerca de 2 millones de pesos rompiendo así los protocolos de austeridad de AMLO.
Aquí podemos ver que la famosa austeridad republicana tan pregonada por el presidente Andrés Manuel López Obrador no existe, es únicamente austeridad para los bueyes de mi compadre.
La renuncia de Nieto Castillo es uno más del berrinche del presidente ya que al analizar con la cabeza fría su renuncia, entenderá la perdida de un gran funcionario honesto y capaz, el cual realizó un gran trabajo al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Ahora viene la preocupación ya que, a la Unidad de Inteligencia Financiera, llega un líder del movimiento estudiantil del 68, Pablo Gómez sin experiencia alguna o conocimiento en el encargo, la única experiencia mostrada hasta el momento en otros encargos de Gómez Álvarez es la inclusión de sus familiares en la nómina de las instituciones en las que aparece.
A unas horas de ser nombrado titular de la UIF, Gómez Álvarez, cometió su primera pifia, al declarar a los medios de comunicación que “haré todo lo posible”, no, don Pablo, en la UIF no se experimenta.
Ojalá y no llegue al cobro de facturas en contra de sus adversarios políticos. Y logre un excelente trabajo al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera.