Quien iba a pensar que una tlayuda iba a desencadenar una polémica, pero sobre todo pone al descubierto lo clasista y racista de un sector de la población en México.
Guadalupe Piña “Doña Lupita” llegó al AIFA, al igual que lo hizo en otro tiempo en el Aeropuerto de Toluca, al vender Tlayudas, ante el asombro de propios y extraños los comentarios no se hicieron esperar, desde que bueno que se le permita ganar la vida honestamente y así dar popularidad a nuestra cocina mexicana, hasta que todo se debió a algo prefabricado por el gobierno de Andrés Manuel para ganar popularidad creando un teatro fingiendo que se identifica con el pueblo, sin embargo lo más aberrante son las críticas clasistas y racistas en donde se manifiesta asombro respecto a la comercialización de este producto que más bien debiera permanecer en los mercados o tianguis, como si el consumir este producto fuera exclusivo de una clase social, por otro lado perfectamente justificable en hacer un fila en los aeropuertos para consumir una hamburguesa o Hotdog, como si estos alimentos fueran de acuerdo a su clase.
Cómo se aprecia, la división en México está dada entre los que tienen y los que no tienen, entre los que prefieren los productos extranjeros a los nacionales.
Lo que debiera quedarse en una simple preferencia de gusto, desencadena críticas y calificativos despreciativos a los que prefieren los ricos productos de nuestro pueblo.
Así que la división de nuestra sociedad es atribuible a Andrés Manuel por fomentarla, en este caso por permitir vender un producto del pueblo……
La tlayuda!
FGD