Solo el año pasado, 10 millones de menores de edad en todo el mundo hubieron de migrar debido a las temperaturas crecientes, el aumento de los niveles de agua y la degradación de la tierra.
Un nuevo informe de la organización Save the Children recalca que la migración inducida por el cambio climático es una realidad que afecta a treinta millones de personas; de las cuales un tercio son niños.
El peligro no termina ahí: con las temperaturas extremas, el aumento de los niveles del mar y la salinización de la tierra agrícola, es mucho más probable que el viaje migratorio no tenga tiquete de retorno.
El estudio se basó en los hallazgos de más de 420 informes de investigación que exploran el cambio climático y el desplazamiento infantil, entrevistas con 125 expertos y 239 niños que viven en entornos climáticos de alto riesgo en cinco países de cinco continentes.
Además, la urgencia de la situación se ilustra con mayor claridad en el más reciente informe, que demostró que el cambio climático no simplemente aumenta la probabilidad de los desplazamientos, sino que expulsa directamente a las personas de sus hogares a través de fenómenos climáticos más intensos y extremos que interrumpen los servicios, dañan la infraestructura y destruyen los medios de vida.
La Organización de las Naciones Unidas hizo un llamado a los gobiernos, en especial a aquellos del G20, para dar prioridad a los derechos y necesidades de los niños migrantes debido al cambio climático.
