• Humanismo en la economía, existencialismo y literatura estoica, entre los temas de este martes

Como parte del Segundo Encuentro de Estoicismo México. Humanismos, organizado por el Espacio Cultural San Lázaro de la Cámara de Diputados, este martes especialistas, académicos y escritores abordaron los temas del humanismo en la economía, el existencialismo y la literatura estoica.

Humanismo desde la perspectiva económica significa dominación

El director general del Espacio Cultural San Lázaro, Ismael Carvallo Robledo, señaló que la ventana que se abre a partir de la indagación de lo que puede ser el humanismo desde la economía, es que “lo humano desde la perspectiva económica está definido por la dominación; desde el punto de vista económico, lo que define al humano, es decir, el humanismo desde la perspectiva económica significa dominación”.

Añadió que desde la perspectiva económica el humanismo está encarnado en el trabajador. Según Ernst Jünger, el trabajador era la figura fundamental de la modernidad, pues es quien encara la técnica para dominar la naturaleza. “Lo humano está determinado por la dominación. Yo no soy progresista, sino humanista, pero en el sentido materialista y desde la perspectiva que el trabajador es el trabajo está el fundamento de la dominación en la naturaleza”.

En la actualidad, dijo, enseñar únicamente historia de la filosofía provoca una crisis, “porque hoy en una universidad, fundamentalmente lo que se estudia es historia de la filosofía, lo cual es necesario; sin embargo, la filosofía es una manera totalizadora de dar cuenta al mundo a la altura del presente. Es difícil que aparezca alguien con una visión totalizadora de la realidad, como se cumplió con los grandes intelectuales, y para lograr que desde la filosofía se tenga una visión totalizadora del mundo se requiere un sistema”.

Carvallo Robledo consideró que el problema de la existencia de una visión totalizadora se debe al hecho de la consolidación de la ciencia como el canon de la razón que ha derivado en una ultraespecialización necesaria. “El problema no es la consolidación de los haberes científicos, sino que el desarrollo de la ciencia llevó a una crisis a la teología y a la filosofía, porque la ultraespecialización ya permeó a la filosofía”.

En todo pensamiento económico está el tema del trabajo

Tania Hernández, del Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, expresó que la misión de toda estructura económica es generar los bienes que quitan el hambre y apartan a la población de la miseria y la pobreza; no hay vida humana sin la satisfacción de las necesidades más básicas. En todo pensamiento económico siempre está el tema del trabajo, el cual se vincula a la visión humanista.

En la conferencia “Todo lo sólido se desvanece en el aire: el humanismo en la economía”, relató que Hesiodo exponía que el trabajo era lo que se tenía que hacer para obtener dignidad humana, recomendaba pagar deudas, evitar el hambre, poseer los medios de producción y procurar el trabajo a fin de evitar la desgracia colectiva, ya que una multitud hambrienta es el preámbulo a la violencia y al crimen. “Por eso, la economía es una situación de Estado colectiva, de instituciones e impedir la ruina social”.

Expresó que Aristóteles refería que la forma de producción crematística deshumaniza; leer a Karl Marx ayuda a comprender la era en la que se vive pese a que sus escritos son del siglo XIX. Adam Smith exponía las relaciones sociales de la producción, división del trabajo y comercio. Jesús Silva Herzog, economista mexicano del siglo XX, expresaba que la economía es un medio para mejorar al hombre en todos los aspectos esenciales de su existencia individual y colectiva. “Al conseguir más dinero hay más libertad y acceso a goces, pero eso es a través del saqueó del tiempo de vida de otros”.

Se vive en una “etapa sígnica”

Al impartir el curso especial “Introducción al humanismo”, Sebastián Porrini, profesor en letras e integrante de la Asociación de Estudios Humanísticos, expresó que ahora se vive en una “etapa sígnica, ya que al aparecer en la modernidad surgió la etapa de signos, la era del significado, y esta es una concepción que parte de la idea de poner al centro de todo al ser humano.

Expuso que ahora el signo es el que gobierna, es la era de la explicación, el mundo se vuelve racional y uno de los signos más importantes es el monetario. “Hay una concepción del mundo que va a permitir el nacimiento de los estados, el signo político y el quiebre de toda unidad universal. Todos los signos se ponen en marcha en torno a una interpretación de los hechos racional y literal”.

Lo positivo de los signos, dijo, es el significado, y aquí entran las ideologías que reemplazan las cosmovisiones, y aquí, agregó, no se debe olvidar que todo buen estudioso de la política, filósofo de la política y todo político, tiene que tener una buena formación teológica porque ésta no es cuestión de la Iglesia, se refiere al ser humano.

El estoicismo promueve la teoría del conócete a ti mismo

En su conferencia “La Sabiduría de la Angustia: el estoicismo y el existencialismo en el día a día”, Glafira Rocha, de Círculo de Poesía, dijo que el estoicismo promueve la teoría del conócete a ti mismo porque es necesario reflexionar y voltear a vernos; el estoicismo nació en Grecia, alrededor del siglo IV por el filósofo Zenón de Citius y su premisa es: vivir de acuerdo a la naturaleza; es decir, adentrarse en el orden y la armonía.

Refirió que la naturaleza para los estoicos era el logos, y éste es una inteligencia que rige al universo, da orden y armonía. “Un estoico es el que toma las riendas de su vida pase lo que pase, sea bueno o malo, y de las situaciones difíciles surge la angustia. La angustia, es la voz silenciosa de la conciencia, es el vértigo de la libertad. Es el sentimiento originario que me separa de lo cotidiano y me quiere regresar a mi condición original o a mi naturaleza de plenitud”.

El existencialismo, por su parte, se refiere a dar un salto de fe hacia lo desconocido, hacia lo que “creo que no conozco, pero es una recuperación de mí, y si no quiero habitar en la angustia buscaré algo que la tape a través de relaciones, del trabajo”. Destacó la importancia de cultivar las herramientas estoicas como la virtud, templanza, autodisciplina, justicia y sabiduría.

Ayer y hoy en la literatura estoica

En el conversatorio “Literatura y estoicismo: postergación y deseo. El ayer y el hoy en la literatura estoica”, Basilio Alfredo Martínez-Villa, vicerrector de la Universidad Xochicalco, Campus Mexicali, argumentó que al retomar a un clásico como Marco Aurelio no es por añoranza de un tiempo que se ha ido sino “porque nos ayuda a entender con claridad el tiempo que ellos vivieron y quizás puede ser una fórmula para comprender mejor nuestra actualidad”.

Añadió que su mayor preocupación era la ética; se enfocaba en el comportamiento, consideraba que el único bien es la virtud y el único mal el vicio, lo intermedio es indiferente y que el hombre mejora y se hace merecedor de elogios si utiliza correctamente las adversidades; pensaba que la vida es lucha. “El prototipo de un hombre estoico y el fundamento de su filosofía se encuentra en vivir acorde con la naturaleza y no tiene ningún sentido buscar la realización en otra parte”.

Silvia A. Amézquita-Arriola, licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma del Estado de México, consideró que la filósofa María Zambrano concebía al hombre como el único ser que padece su propia trascendencia y su trayectoria no ha sido cuidadosamente trazada en el cosmos como un camino especifico a seguir, y el deseo para Zambrano será una fuerza vital que impulsa al ser humano a trascender sus limitaciones y a buscar su plenitud.

“El deseo del pensamiento de la malagueña ilustre es una fuerza vital que impulsa al ser humano a buscar la plenitud y a trascender sus limitaciones; es una fuerza que nos conecta con lo colectivo y nos lleva a la transformación social. A través de él nos abrimos al mundo y nos acercamos a una comprensión más profunda de nosotros mismos y nuestra experiencia; es una fuerza impulsora que nos invita a explorar y buscar constantemente una vida más responsable y coherente”, agregó.

El poeta y crítico literario e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, Alí Calderón, cuestionó si el pensar en el estoicismo no es una fantasmagoría burguesa, y expresó que los poemas y sus imágenes pueden detonar la angustia. Además, preguntó cómo el hambre crónica, la violencia estructural y la explotación estructurada de la naturaleza han inoculado no solo en el idioma sino el lenguaje y cómo es el habla lírica que surge desde el no ser, la nada, lo opaco, lo otro y lo excluido.

Dijo que en todos los pensamientos y para siempre se está a merced de la lengua, la cual puede convertirse en el medio de expresión de la sociedad. Según cifras del Instituto Cervantes de 2020, alrededor de 279 millones de personas tienen al español como lengua materna, “quienes hablamos español hablamos una lengua de pobres. América Latina es la región con las mayores desigualdades del mundo y al menos un tercio de su población está sumida en la pobreza, y en España una de cada cinco personas está en riesgo de exclusión social”.

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