Caerse o golpearse es parte del aprendizaje en la etapa de desarrollo de cualquier niño, sin embargo, su afán por descubrir el mundo que les rodea, en ocasiones, puede conducirlos a accidentes en los que podrían perjudicar alguna función de su cuerpo como la audición o el equilibrio.

Cuando un pequeño sufre una caída, se da un golpe en la cabeza o estuvo durante mucho tiempo expuesto a volúmenes altos, MED-EL, líder en soluciones médicas auditivas, aconseja a los padres de familia llevarlos a revisión con un médico especialista lo antes posible, porque su oído interno podría estar afectado, sin que ellos aún lo perciban.

En caso de que aparezcan rasguños, cortadas, quemaduras o enfriamientos en el conducto auditivo externo también deberán ser examinados para descartar que existan sangrados o infecciones que dañen el interior del órgano.

De acuerdo con MED-EL, los malos hábitos como introducir isopos, uñas, lápices, plumas, llaves o cualquier otro objeto para rascarse o retirar el cerumen acumulado, puede llegar a lacerar partes sensibles, propiciar desgarres e incluso perforar el tímpano.

En los deportes de contacto físico las personas están expuestas a recibir golpes durante la práctica, muchos de ellos van dirigidos hacia diferentes partes de la cara o cabeza ocasionando que la cadena de huesecillos que conforman el sistema auditivo se deforme. Recibir impactos fuertes de manera frecuente en esta zona incrementa la formación de coágulos de sangre que impiden el paso sanguíneo natural hacia el pabellón, desencadenando episodios constantes de sordera.

Los viajes en avión podrían causar un desequilibrio en el tímpano por los cambios bruscos y repentinos de la presión del aire. Aunque se considera una lesión de menor grado, el infante puede manifestar dolor, que puede venir acompañado de sangrado o líquido, si la presión tiene dificultades para estabilizarse.

Los especialistas de MED-EL aseguran que será fácil para un padre de familia identificar que el nivel de percepción de sonido en su hijo disminuye cuando les llaman y no responden, hay problemas para diferenciar notas musicales, se quejan de escuchar zumbidos, hablan fuerte, suben el volumen del televisor y tienen complicaciones para comunicarse.

“El tratamiento indicado para este tipo de lesiones va a depender de la parte que esté afectada, si es interna o externa, el daño que causó y su gravedad. La pérdida auditiva temporal es de carácter momentáneo cuando la lesión es superficial, pero si las zonas internas están destruidas entonces sí necesitamos buscar soluciones que puedan ayudarle a recuperar su audición”, explicó el Dr.

Si ya pasó mucho tiempo y el trauma persiste sin mejoría, lo más recomendable es realizar una audiometría que arroje un diagnóstico más acertado del padecimiento. Hoy en día están disponibles y al alcance de todos los pacientes diversas alternativas como el uso de dispositivos, audífonos, entrenadores e implantes cocleares que fueron diseñados para recuperar el poder de captar las ondas sonoras y, con ello, devolverles la oportunidad de mejorar su calidad de vida.

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