Setenta y ocho países, incluida China, pidieron que se acelere la implementación de la Declaración y el Programa de Acción de Durban (DDPA, siglas en inglés) y se ponga fin a la discriminación, el racismo y la xenofobia.
Los países expresaron profunda preocupación por la discriminación racial, los prejuicios sociales, la brutalidad policial y la desigualdad social en un comunicado conjunto.
Tras señalar que este año se conmemora el vigésimo aniversario de la DDPA, la declaración reafirmó que “la lucha mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y todas las formas y manifestaciones vinculadas de intolerancia son aborrecibles y deben seguir siendo una cuestión prioritaria para la comunidad internacional”.
“Es el momento de que todos los Estados y todas las partes interesadas aprovechen la oportunidad para tomar medidas concretas para acelerar el impulso de la implementación de la DDPA y combatir todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia”, rezó el documento.
Al destacar que todos los seres humanos nacen libres, iguales en dignidad y derechos y tienen el potencial de contribuir de manera constructiva a sus sociedades, la declaración estableció que cualquier doctrina de superioridad racial es científicamente falsa, moralmente condenable, socialmente injusta y peligrosa, y, como tal, debe ser rechazada.
Sin embargo, continuó la declaración, el flagelo del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia aún persisten en todo el mundo, e innumerables seres humanos continúan siendo víctimas de este flagelo debido a las persistentes brechas en la implementación de la DDPA.
“Los africanos y las personas de ascendencia africana, los asiáticos y de ascendencia asiática y los pueblos indígenas han estado sufriendo durante mucho tiempo el racismo sistémico, la discriminación racial y los delitos motivados por el odio”, según el comunicado.
Durante la pandemia de COVID-19, “las informaciones incorrectas, la desinformación, los discursos de odio y los comentarios racistas realizados por figuras políticas y públicas han provocado un aumento de la discriminación y los delitos de odio contra los africanos y los afrodescendientes y los asiáticos y los de ascendencia asiática, especialmente contra las mujeres, los niños y los ancianos”, señaló.
El comunicado destacó que es el momento de que todos hagan un cambio real y transformador. “No podemos permitir que nuestras generaciones futuras sigan sufriendo la brutalidad del racismo y la discriminación racial”, concluyó.