De pronto, el último año y medio prácticamente creó una rivalidad entre las dos franquicias: sus enfrentamientos en las primeras rondas de 2020 y 2021 dejaron momentos memorables, varias rispideces y series parejas, creando una rivalidad entre dos equipos que ya tienen la pieza más necesaria para soñar con ser campeón a corto plazo: una súperestrella.
Luka Doncic es la cara principal de los Mavericks y Kawhi Leonard es el jugador franquicia de los Clippers: los dos nos dieron a los espectadores un show espectacular en la última postemporada, cuando Clippers y Mavs se enfrenten por primera y segunda vez en la 2021-2022, no lograremos revivir eso debido a que el alero de los de California todavía tiene varios meses por delante en su recuperación post rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y además Doncic también es duda por unas torceduras en su rodilla y tobillo de la pierna izquierda.
En 2020, en el debut de Doncic en Playoffs y la primera serie disputada por estos nuevos Clippers de Leonard y Paul George, los angelinos vencieron por 4-2 no sin transpirar antes. Luka promedió 31 puntos, 9,8 rebotes y 8,7 asistencias por encuentro en aquella serie dándolo todo para Dallas en cada partido, sin que Los Angeles, entonces con Doc Rivers como entrenador vea forma de detenerlo: el ex Real Madrid anotó 42 puntos en el Juego 1, 43 en el Juego 4 y 38 en el Juego 6.
El triple ganador de Doncic en la prórroga del cuarto partido de esa serie ya quedó guardado para todos los compilados sobre el esloveno que se editarán a lo largo de su carrera: además de ser espectacular tuvo un sabor especial por significar el 2-2 parcial en aquella serie en la “burbuja” de Orlando y una especie de salvavidas para un Dallas que había perdido a Porzingis por lesión después del tercer encuentro de la serie.
Doncic ya no pudo tirar del carro en soledad en el quinto y el sexto partido, dominados por Leonard y George. Terminaron expuestas las limitaciones de un Dallas que contaba prácticamente con el mismo reparto que hoy, salvo la excepción de que todavía tenía a Seth Curry. Esa serie significó para Clippers un susto grande: fue testigo de como Doncic puede ser el futuro de la Conferencia Oeste y también se encontró expuesto a partidos parejos ante un rival que había clasificado séptimo a postemporada y contra el que no esperaba eso: los nervios aparecieron varias veces, con faltas duras de Marcus Morris sobre Doncic que llevaron a que, por ejemplo, Porzingis salga expulsado en el primer partido.
Todo eso fue recordado al año siguiente, cuando Clippers y Mavericks se volvieron a ver en primera ronda ya en un cruce más parejo en la previa, de cuarto contra quinto, y jugando partidos en el estadio de cada franquicia. Las localías pesaron muy poco y LA Clippers en el Juego 7 fue el único dueño de casa capaz de ganar un partido en otra serie muy vibrante.
Doncic fue una vez más el MVP de la serie, con un registro de 35,7 puntos, 7,9 rebotes y 10,3 asistencias por partido además de un acierto del 49% en tiros de campo y del 40,8% en triples, pero el bajo rendimiento de otros jugadores como Porzingis (13,1 puntos y 5,4 rebotes de media con un 29,6% en triples) o Josh Richardson (4,9 puntos con un 39% en tiros de campo) le impidieron estar más cerca de ganar.
A Dallas se le escapó un Juego 6 en el que llegó al último cuarto con ventaja de cuatro puntos pudiendo haber cerrado la serie en casa esa noche en la que a excepción de Doncic y Tim Hardaway Jr. ningún jugador de Dallas anotó más de dos puntos en el último período mientras que Kawhi Leonard no falló ni un lanzamiento. El Juego 7 vio a Doncic lograr su mejor marca anotadora en Playoffs, 46 puntos, insuficiente contra unos Clippers que acertaron 20 triples y que en los Playoffs pasados terminaron quedándose con sabor a que podrían haber llegado a más si Leonard no se lesionaba en la segunda ronda contra Utah Jazz.
De aquellos duelos lo que más cambió fue la estructura de Dallas fuera de la cancha, con un nuevo entrenador (Jason Kidd) y nuevos directivos. Su rotación sigue siendo similar: las llegadas de Reggie Bullock y Frank Ntilikina por Josh Richardson son el único cambio en la cancha en cuanto a nombres. En el juego como gran cambio parece buscarse un poco más de protagonismo de Porzingis, que lleva cinco partidos consecutivos anotando 20 puntos o más.
Clippers por su parte añadió a Eric Bledsoe, Isaiah Hartenstein y Justise Winslow en el último mercado, consiguiendo a un jugador como Hartenstein que de momento le ha servido en una rotación castigada en su zona interior por las bajas de Serge Ibaka y Marcus Morris, dos jugadores a los que extrañará hoy contra el tamaño de Dallas. Bledsoe ha sido la incorporación más importante a priori y confían en él, dándole titularidad en cada partido, pero su rendimiento está lejos del mejor que se le ha conocido. Por suerte para los angelinos Reggie Jackson si cumple mucho en ataque y ayuda a un Paul George superlativo en esta campaña de Fase Regular sin Leonard, sobre quien pesa la esperanza de que pueda estar en Playoffs.
Ni esta versión de los Mavericks parece aspirante real al campeonato en 2022, ni la de los Clippers sin su as de espadas. El inicio fue irregular para los dos, como sus récords de 9-6 y 9-7 lo demuestran, pero su potencial también les alcanza para triunfar en la mayoría de las noches. Aun así, dos derrotas seguidas en esta serie entre rivales pueden ser suficiente para hacerle temblar el piso un poco a cualquiera de las dos franquicias: si alguna lo sufre quedará entrando a diciembre apenas por encima del 50% de triunfos.
