Saltaron las alarmas en los Memphis Grizzlies. Ja Morant cayó lesionado de su rodilla izquierda, probablemente de gravedad, durante el transcurso de la derrota por 132 a 100 contra los Atlanta Hawks. El jugador de 22 años se encontraba protegiéndose de la defensa agresiva de los de Georgia cuando un mal paso le pasó factura.
Automáticamente, Morant se detuvo, y al ver que no podía seguir andando debido a la ostensible cojera, el jugador se tendió en el suelo donde fue asistido por el personal médico de los Grizzlies. El base evidentemente no volvió a jugar en el resto del partido y fue acompañado al vestuario por sus compañeros sin apoyar la rodilla izquierda, donde se le realizaron los primeros estudios.
Posteriormente, el equipo anunció que había sufrido un esguince en la mencionada articulación, aunque se espera que sea sometido a más pruebas para conocer el alcance y, sobre todo, el tiempo de regreso. Morant ya sufrió una lesión importante la pasada temporada en uno de sus tobillos, perdiéndose apenas tres semanas a pesar de la gravedad, lo que invita al optimismo con el base.
Minutos después de que se produjese la lesión, el jugador escribió en sus redes sociales que “todo está en manos de Dios” y que “lo único que puede hacerse es rezar”.
En los prácticamente 10 minutos que disputó el base de los Grizzlies había sumado 2 puntos, 1 rebote y 1 asistencia. Mientras, en el resto de la temporada, Ja Morant venía promediando 24,1 tantos, 5,6 rebotes y 6,8 asistencias en 20 partidos disputados.