Lamar Jackson todavía está enfermo. Y ha dejado en duda su estatus para el partido contra los Bears.
Un día después de ser un participante completo en la práctica, el mariscal de campo de los Ravens fue puesto nuevamente en el informe de lesiones y catalogado como cuestionable con una enfermedad. Jackson dijo el viernes que había estado lidiando con síntomas de resfriado. Continuaron el sábado, cuando Stacey Dales de NFL Network informó que Jackson no se sentía bien en el recorrido matutino del equipo debido a la enfermedad, que no está relacionada con COVID.
El ex MVP viajará con el equipo a Chicago y continuará siendo monitoreado, según Dales y Tom Pelissero de NFL Network. La nueva designación de juego de Jackson podría, en última instancia, ser una precaución, ya que los Ravens violarían las reglas de la liga si no pudiera jugar y no figurara en el informe final de lesiones.
Jackson no practicó debido a su enfermedad, lo que permitió que el suplente de segundo año Tyler Huntley reclamara todas las repeticiones del primer equipo. Jackson dijo que se sentía “mucho mejor” que a principios de semana y que estaba en plena práctica.
Las próximas 24 horas serán críticas para determinar si la superestrella QB finalmente juega en la Semana 11.