Reino Unido adoptará un “Plan B” para combatir la rápida propagación de la variante ómicron durante el invierno, anunció el primer ministro británico, Boris Johnson.
En una conferencia de prensa en Downing Street, Johnson dijo que, las mascarillas serán un requisito legal en “la mayoría de las áreas públicas interiores” como teatros y cines.
Pidió a la gente que trabaje en casa siempre que sea posible a partir del próximo lunes.
Además, continuó el primer ministro, a partir de la semana que viene, será necesario un certificado de dos dosis de vacunación o una prueba de COVID-19 negativa para aquellos que quieran ingresar a clubes nocturnos y lugares grandes.
Las personas que hayan entrado en contacto con casos de ómicron podrían tener que someterse a test diarios en lugar de un período de aislamiento, puntualizó.
Sin embargo, Johnson aclaró que las nuevas medidas “no son un confinamiento” y que la gente “no debería” cancelar las fiestas navideñas o las obras de teatro de la Natividad.
“Los clubes nocturnos permanecerán abiertos”, aseguró.
El “Plan B”, que se estableció en septiembre, busca ayudar a abordar la nueva variante del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, y reducir las posibilidades de que el Servicio Nacional de Salud se vea sometido a una presión insostenible, explicó el Gobierno británico.
Los datos más recientes sugieren que, con una tasa de crecimiento muy alta, la ómicron se está propagando rápidamente.
Se han reportado recientemente otros 131 casos de la variante ómicron en Reino Unido, lo que eleva el total a 568, informó el miércoles la Agencia de Seguridad Sanitaria del país europeo, y señaló que el tiempo de duplicación podría ser de tan solo dos días y medio a tres días.