El presidente ruso, Vladimir Putin, ha defendido el despliegue de tropas en Kazajstán para ayudar a sofocar las protestas antigubernamentales.
Después de que estallaran los disturbios, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza militar liderada por Rusia de seis países exsoviéticos, envió más de 2.000 militares a pedido del gobierno de Kazajistán.
Durante una cumbre de CSTO que tuvo lugar en línea el lunes, el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, enfatizó que se ha restablecido el orden.
Tokayev alegó que se realizaron ataques casi simultáneos contra importantes instalaciones públicas y afirmó que estos eran parte de un intento de golpe de estado por parte de grupos armados disfrazados de manifestantes civiles.
Dijo que no había dudas sobre la participación directa de terroristas, incluidos extremistas extranjeros.
Putin dijo que la acción de la alianza se produjo en el momento oportuno y de forma totalmente legal frente a una invasión de terroristas internacionales.
Sus comentarios se produjeron después de que el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, cuestionara si era necesario que Kazajistán solicitara el envío de tropas de la CSTO.