Los consumidores suecos están presenciando la inflación más alta desde 1991, ya que los precios al consumidor, medidos con una tasa de interés fija, aumentaron de 6,4 por ciento en abril a 7,2 por ciento en mayo, dijo Estadísticas de Suecia.
Los precios de la energía experimentaron los mayores aumentos, por ejemplo, los precios del combustible se incrementaron 41,8 por ciento en un año y los de la electricidad 33,6 por ciento. A diferencia de años anteriores, cuando el precio de la energía cayó en la primavera como resultado de la disminución de la demanda, en mayo aumentó 4,1 por ciento.
El precio de los alimentos también se ha elevado significativamente. Los precios de la carne subieron 4,4 por ciento en mayo, mientras que el costo de los huevos y los productos lácteos creció 3,5 por ciento de abril a mayo.
Mientras tanto, los costos de poseer un condominio aumentaron 7,2 por ciento en comparación con mayo de 2021. A los propietarios de viviendas les fue aún peor debido a que los costos subieron en promedio 8,1 por ciento anual.
Anders Nordberg, economista sénior de la compañía de seguros Lansforsakringar, dijo a la televisión sueca que los inquilinos y los desempleados serán los más afectados por la inflación vertiginosa.
“Estos grupos se ven afectados (no sólo) por los precios más altos, sino también por el aumento de las rentas en el largo plazo, ya que las rentas se ajustan al alza con la inflación”, indicó.