Con las tensiones ahora en un punto álgido en Ucrania, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se encuentra en Ginebra para conversar con su homólogo ruso, Sergei Lavrov.
Alrededor de 100 mil soldados rusos se han concentrado a lo largo de la frontera con Ucrania. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que es probable que Rusia invada y advirtió sobre las consecuencias.
Estados Unidos y sus aliados exigen que los soldados se retiren. Pero los rusos quieren una promesa de que la OTAN nunca admitirá a Ucrania como miembro.
Antes de la reunión, Blinken advirtió que la respuesta a una invasión rusa de Ucrania sería rápida y severa.
Dijo: “Hay dos caminos ante Rusia: el camino de la diplomacia que puede conducir a la paz y la seguridad; y el camino de la agresión que solo conducirá al conflicto, a graves consecuencias, a la condena internacional”.
Ninguna de las partes ha levantado esperanzas de un gran avance. Estados Unidos y sus aliados se han comprometido a permanecer unidos, pero han encontrado poco consenso sobre cómo cambiar la postura inquebrantable de Rusia.