El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, reconoció su preocupación por el incremento de los homicidios en las últimas semanas, que se explica, en parte, por la violencia entre organizaciones de narcotraficantes.
“No quiero entrar en lo que siempre critiqué, que es rotular un homicidio de ajuste de cuentas, como si la vida de esa persona no importara tanto. Un homicidio es una muerte”, expresó el mandatario a la prensa tras asistir al acto por el 195 aniversario de la Batalla de Sarandí, en el departamento de Florida (sur).
Lacalle explicó que “en estos tiempos hubo un combate frontal muy fuerte al narcotráfico. Además, con el cierre de fronteras se complica el ingreso de droga al país y eso lleva a más competencia y la competencia delictiva genera violencia y la violencia genera homicidios”.
“No van a encontrar en el gobierno, en el presidente de la República y en el ministro del Interior justificaciones. Por eso, nos preocupa y nos alarma la cantidad de muertes”, dijo.
Hasta el viernes se habían registrado 11 homicidios en los últimos siete días, en un país de 3,4 millones de habitantes.
Según el Ministerio del Interior, las denuncias por homicidios descendieron un 11 por ciento (se contabilizaron 161 asesinatos) de marzo a agosto de 2020, en los primeros seis meses del gobierno de Lacalle, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
La seguridad fue la principal preocupación de los uruguayos durante los últimos años hasta que, con la pandemia del nuevo coronavirus, el tema se vio desplazado por la salud y la economía, de acuerdo con encuestas de opinión pública.